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Argentina: "Nunca Más" a una dictadura, a 37 años del último golpe de Estado

Argentina Foto: Archivo

Decenas de miles de personas se movilizaron en ciudades de Argentina y una multitud se concentró en la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires, bajo consignas como "Nunca Más" a una dictadura, a 37 años del último golpe de Estado.

Centenares de organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, sindicales y humanitarias, con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo al frente, volvieron a repudiar el asalto al poder por militares y civiles el 24 de marzo de 1976.

La novedad en la tradicional evocación fue este año el reclamo de profundizar las investigaciones sobre lo actuado en la dictadura por empresarios y funcionarios judiciales.

"La Justicia empieza a tener que reconocer la parte civil del golpe incluidos algunos miembros de su corporación", dijo al cerrar el acto central en Buenos Aires la líder de Abuelas, Estela de Carlotto.

Carlotto dijo que "los grupos económicos también fueron la dictadura, no pueden quedar impunes".

Hace una semana murió uno de los ideólogos del régimen, el exministro de Economía y magnate José Martínez de Hoz, quien a los 87 años cumplía prisión domiciliaria por el secuestro de empresarios para adueñarse de sus propiedades.

"Treinta mil compañeros detenidos-desaparecidos, presentes, ahora y siempre", rezó un gran cartel de los organismos de derechos humanos en la Plaza de Mayo, delante de la Casa Rosada (gobierno), donde se instaló el palco principal del acto.

El gobierno lleva pagadas unas 16.000 indemnizaciones por desapariciones, pero los organismos afirman que numerosos familias fueron aniquiladas o exiliadas o bien se negaron a presentarse a reclamar la reparación.

Entre los desaparecidos o asesinados hasta 1983, cuando se restauró la democracia, figuran un centenar de religiosos, en su mayoría católicos, entre ellos dos obispos, Enrique Angelelli y Carlos Ponce de León.

Hace dos semanas se desató una polémica cuando algunos intelectuales cuestionaron la actitud en la dictadura del entonces superior de los jesuítas, Jorge Bergoglio, ahora Papa Francisco, ante la desaparición durante 5 meses de dos de sus sacerdotes.

Pero en defensa de Bergoglio se expresaron el Vaticano, el Premio Nobel de la Paz en 1981, Adolfo Pérez Esquivel, sobrevivientes de la represión e, incluso, el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner y la líder de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.

Varios de ellos recordaron, incluso, que cuando Bergoglio era cardenal firmó en 2011 un pedido, hoy en curso, de beatificación de dos curas y un laico asesinados en la provincia de La Rioja (noroeste).

Una pequeña columna de miembros del Colectivo Teología de la Liberación marchó hacia la Plaza con un cartel con la leyenda. "Francisco, abran los archivos de la Iglesia en la dictadura".

"La demanda a Bergoglio es que si va a producir una revolución en la Iglesia o un cambio, primero tiene que abrir los archivos, donde está el comportamiento de los capellanes militares, de los obispos, que legitimaron el genocidio", dijo el teólogo y profesor de Filosofía Rubén Dry.

Otro militante del Colectivo, Antonio Fenoy (56 años), dijo que si se abriesen los archivos "podríamos ayudar a esclarecer crímenes de la dictadura y lograr más verdad y más justicia, y como dice el Papa, una sociedad fraterna y más humana".

Von Wernich fue condenado a prisión perpetua por un tribunal civil en 2007 al ser hallado culpable de 34 secuestros, 31 casos de tortura y 7 homicidios calificados cometidos durante la dictadura.
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