Un informe publicado hoy en el diario colombiano El Tiempo señala que la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tenía entre sus prioridades fortalecer el entrenamiento, ideología y "lucha armada" de los remanentes terroristas peruanos de Sendero Luminoso, quienes resistieron la derrota del grupo en 1992.
Gracias a los análisis del material de los ordenadores incautados a las FARC y al seguimiento de los cruces de correo, la Inteligencia colombiana conoció la cooperación entre los grupos subversivos de los países vecinos.
Los remanentes senderistas desconocieron el cese del fuego ordenado por el fundador de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, tras su captura junto a la cúpula de esta organización maoísta en 1992.