Socorristas brasileños continúan este sábado buscando víctimas de un deslizamiento de tierra que dejó al menos 26 muertos tras arrasar el viernes con parte de una posada de lujo y varias casas en Ilha Grande, en el sur del Estado de Rio de Janeiro, donde las autoridades no descartan la posibilidad de nuevos derrumbes.
A causa de las incesantes lluvias que azotan la región desde el 30 de diciembre, el municipio de Angra dos Reis ya contabiliza un total de 39 fallecidos y decenas de desaparecidos en dos deslizamientos de tierra, piedras y vegetación nativa, según el último comunicado divulgado por el Gobierno del Estado de Rio.
En Ilha Grande, la ladera de uno de los cerros sobre la playa de Bananal se desprendió completamente en la madrugada del viernes, enterrando parte de la posada de lujo Sankay -donde se supone había unas 40 personas- y varias casas alquiladas por turistas para las celebraciones de Año Nuevo.