Representantes del Gobierno interino de Roberto Micheletti y del mandatario depuesto Manuel Zelaya han firmado la madugrada del viernes un acuerdo que pone fin a la crisis política ante la presión ejercida por los representantes estadounidenses y que podría incluir la vuelta a la Presidencia del derrocado Zelaya.
El acuerdo aprobado por Micheletti contiene ocho puntos, entre ellos la creación de un Gobierno de reconciliación, rechazo a la amnistía política, reconocimiento a las elecciones presidenciales del 29 de noviembre, la creación de una comisión de verificación, de una comisión "de la verdad" y la "posible" vuelta de Manuel Zelaya la decida el Congreso Nacional previo dictamen de la Corte Suprema de Justicia.
La resolución se ha firmado bajo la fuerte presión de la delegación estadounidense, encabezada por el secretario de Estado adjunto para América Latina de Estados Unidos, Thomas Shannon, desplazada a Honduras esta semana para impulsar un acuerdo entre las partes antes de la celebración de los comicios presidenciales previstos para el 29 de noviembre.
Harto de la crisis institucional
"Hemos llegado a un pacto para poner fin a esta encrucijada política", ha anunciado la negociadora de Micheletti, Vilma Morales, quien ha destacado que la solución a la crisis política se ha logrado en respeto a la Constitución y las leyes hondureñas.
Minutos antes de la suscripción del acuerdo, Micheletti dio su autorización para la firma del documento que pone fin a la crisis política desatada en el país tras el golpe militar del pasado 28 de junio que expulsó del poder a Zelaya. "He decidido apoyar esta nueva propuesta para lograr lo más rápidamente un acuerdo final", ha asegurado Micheletti en declaraciones desde Casa de Gobierno.
"Mi Gobierno ha decidido apoyar una propuesta que permite un voto en el Congreso Nacional con una previa opinión de la Corte Suprema de Justicia", antes de la celebración de los comicios de noviembre, ha precisado el presidente 'de facto', que hasta el momento se había negado a ceder sobre la restitución de Zelaya, principal punto de desacuerdo entre las partes, lo que había provocado el punto muerto en las negociaciones.
"Ya no hay problema porque hemos decidido que si procede o no (la restitución) lo debe decidir una institución competente del país; nosostros decíamos la Corte, ellos el Congreso; ahora le aceptamos: bien, vamos al Congreso", manifestó Arturo Corrales, miembro del equipo de Micheletti. "No obstante, las instituciones del Estado, incluida la Corte, harán sus informes previos al Congreso", precisó.
"Una concesión significante"
El presidente interino hondureño reiteró que "ningún individuo está por encima del futuro de Honduras", y reiteró que "no podemos poner el interés personal sobre el bienestar colectivo de esta gran nación", según informan los medios locales.
Micheletti ha señalado que esta propuesta representa "una concesión significante por parte de nuestro Gobierno, nosotros siempre hemos sido firmes que es la Corte Suprema de Justicia quien debería decidir la posible restitución de Zelaya, pero también entendemos que nuestro pueblo reclama pasar la página de nuestra historia en estos momentos difíciles que vivimos".
"Esperamos que este acuerdo sea el principio de lograr una reconciliación que tanto necesitan los hondureños", enfatizó en declaraciones recogidas por los medios hondureños.
Un triunfo para la democracia
Por su parte, el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, ha calificado el acuerdo como "triunfo para la democracia hondureña". "El solo hecho de que se esté ya reconociendo la necesidad de retrotraer los poderes del Estado al 28 de junio del 2009 significa un triunfo para la democracia hondureña y (...) el retorno de la paz para el país", ha asegurado en declaraciones a Radio Globo.
También supone "la posibilidad de que las elecciones en Honduras se confirme que podemos realizarlas en igualdad de competencia y con libertad", añadió. Zelaya, que calificó de "viacrucis" el camino para llegar a este pacto, consideró el convenio como "histórico" e hizo un llamamiento a la calma a la población.
"Llamo a toda la población, sin distingos de ninguna de las ideologías que en este momento están en vigencia, tomemos el acuerdo con satisfacción y con calma y que esperemos mañana su firma final", indicó la emisora, uno de los pocos medios que le ha dado su apoyo.