
El golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya en Honduras no podía darse sin la autorización de Washington, según ha aseverado en Quito el presidente Cubano, Raúl Castro, quien pese a sus sospechas ha renovado su confianza en el presidente estadounidense, Barack Obama.
"En este continente nadie da un golpe de Estado, si no recibe la autorización de los Estados Unidos de norteamérica", ha asegurado wel mandatario en Quito durante una celebración por la investidura del presidente reelecto de Ecuador, Rafael Correa.
Pero pese a los cuestionamientos a Estados Unidos, el jefe de Estado cubano ratificó su confianza en Barack Obama. "Yo soy del los que sigue diciendo que (Obama) es un hombre bien intencionado y si está lleno de buenas intenciones, yo quiero seguir creyendo eso", señaló ante un multitudinario acto en un estadio de la capital ecuatoriana.
La condena de Obama
Obama condenó el golpe de Estado que derrocó el 28 de junio a Zelaya, quien pese a ello ha pedido mayores presiones del mandatario estadounidense para facilitar su restitución. Según Castro, por un lado hay un presidente condenando el golpe y por el otro se percibe un apoyo a los golpistas en Honduras.