
Las agencias como Moody's o Standard & Poor's ponen notas a los emisores de deuda, bien sean empresas o estados. Sus opiniones tienen gran relevancia, amplificadas por el altavoz de los medios de comunicación. Le explicamos quiénes son y qué hacen.
España podía haber entrado mejor en el mes de octubre. Lo ha hecho con la noticia de que la agencia Moody's había rebajado su rating desde Aaa hasta Aa1. Sigue siendo una buena calificación, pero algo peor que la anterior ¿Qué quiere decir esto? De forma muy resumida, es un dato que puede hacer que éste sea una país menos atractivo para invertir.
¿Qué es el rating?
Pero vayamos por partes. ¿Qué es el rating? Es la nota que las agencias especializadas ponen a una emisión de deuda y nos dice hasta qué punto el deudor es solvente. En el ejemplo citado, la nota (una calificación más baja) se la han puesto a la deuda pública (en forma de letras, bonos u obligaciones) que emite el Reino de España para financiarse. El rating revela hasta qué punto es seguro invertir en deuda de este país. La mejor puntuación según la escala de notas de Moody's es Aaa, y las siguientes son Aa1, Aa2, Aa3, A1, A2, A3, Baa1...
Pero Moody's no es la única agencia que se dedica a poner notas: entre las grandes también están Fitch y Standard & Poor's, que cuentan con sus propios estándares de medición. De entre ellas, Moody's ha sido la última agencia en bajar el rating de España; sus dos homólogas ya lo habían hecho anteriormente. Uno de los motivos esgrimidos por Moody's para hacerlo fue el tiempo que aún le queda a la economía española para romper su dependencia del sector de la construcción. Esta agencia cree que la economía de este país crecerá a tasas anuales del 1 por ciento en los próximos años. Por lo tanto, considera que actualmente es menos seguro que en otras épocas tener al Estado español como deudor.
Un concepto ligado a lo anterior es el de rentabilidad: cuanto mayor riesgo presenta un emisor, mayor debe ser la rentabilidad que ofrezcan sus bonos. Ésa se covierte en su baza para atraer inversores.
Buenas noticias
Para otros países, sobre todo para los emergentes, las noticias son buenas. Hace tan sólo una semana, Moody's cambió la perspectiva de la deuda turca desde neutral hasta positiva, una noticia que agradó a los tenedores de bonos del país eurasiático.
También están de enhorabuena otros estados como Argentina, Corea del Sur, Chile e Indonesia, que han visto cómo las agencias mejoraban su calificación, mientras que para Brasil, Rusia, China e India han mejorado la perspectiva, lo que suele ser preludio de una mejora de calificación. Estas noticias son más deseables que nunca en el actual contexto económico, en el que las rebajas son lo más habitual.
Pero las agencias de calificación crediticia no evalúan sólo a las emisiones de deuda estatales: también lo hacen con las de empresas, organismos e instituciones. Y tener un buen rating significa que los inversores confiarán más en ese emisor de deuda que en otros con peor nota.
No es que sea obligatoria, pero la calificación ayuda a colocar los valores entre inversores institucionales. El no pasar por este control podría hacer que los inversores dudasen del producto.
Las agencias
Las agencias de calificación crediticia son empresas centenarias. Moody's, que nació en 1909, tiene una cuota del 40 por ciento en el mercado mundial de calificación crediticia, el mismo trozo de la tarta que su principal rival, Standard & Poor's. Ésta, con sede en Nueva York, fue fundada en 1860. La tercera, Fitch Ratings, nació el 24 de diciembre de 1913, también en la gran manzana, aunque hoy tiene además una sede en Londres.
El poder de estas tres agencias es inmenso, ya que sus opiniones, divulgadas a través del altavoz de los medios de comunicación pueden acelerar el curso de los acontecimientos. Una opinión negativa acerca de un país puede abocar a su quiebra, y una positiva puede disparar el precio de los bonos.
¿Son las agencias de calificación crediticia completamente independientes y transparentes? El caso es que no dejan de ser compañías privadas, con sus propios intereses.
Su forma de actuar ha sido duramente cuestionada, especialmente a raíz de la crisis financiera internacional que estalló en 2007 como consecuencia de las hipotecas subprime.
Se las acusó de actuar movidas por intereses particulares al etiquetar como productos seguros (con la famosa AAA) a los bonos basura (con alto riesgo de impago) que estaban emitiendo diversos bancos de inversión o, en el mejor de los casos, de ser incapaces de ver que los productos de bancos como Lehman Brothers no eran seguros.
Glosario
Deuda pública: Préstamos que concede el Estado que suponen un compromiso de pago a futuro. Los títulos que emiten los estados son los bonos, las letras y las obligaciones.
Rentabilidad: La rentabilidad de los bonos aumenta cuanto mayor sea el riesgo de impago que entrañen estos productos.
Agencia de calificación: Compañías privadas que se dedican a dar calificaciones a países, empresas, bancos y productos financieros y que les asignan una nota -el 'rating'- para que los inversores conozcan el riesgo de impago.
'Subprime': Hipoteca de alto riesgo orientada a clientes poco solventes.