Investigación Universitaria

Tecnoaulas, aplicación de las TIC a la Educación

"Educación básica interactiva" es la definición de un modelo pedagógico que se apoya en el uso de las nuevas tecnologías que ha empezado a aplicarse de forma pionera en España este curso en el colegio madrileño Santa María la Blanca. Este sistema permite dar un salto cualitativo en el sistema docente: tecnología para aprender a aprender.

La tecnología está en todas partes: en el trabajo, en la vida cotidiana, en el ocio... Las Tecnologías de la Información y el Conocimiento (TIC) aplicadas a la educación están cambiando el panorama educativo de nuestro país.

Que esté en las aulas no es una revolución, es una necesidad. Los ordenadores sustituyen a libros y cuadernos, y la pizarra digital e interactiva ocupa el lugar del viejo encerado.

La teoría está clara: es imprescindible que las TIC se incorporen al proceso docente. De hecho es inevitable, teniendo en cuenta que los alumnos son nativos tecnológicos. La clave está en cómo transformar las nuevas tecnologías en herramientas educativas; cómo aprovechar en la práctica su potencial.

Ése es el paso que acaba de dar el colegio concertado Santa María la Blanca, ubicado en el barrio madrileño de Montecarmelo, inaugurado en el curso 2008-2009.

Nuevo modelo educativo

El proceso de implantación del nuevo modelo está siendo paulatino. Se ha comenzado por los alumnos de 4º y 5º de primaria, además de secundaria, y en la actualidad cuenta con 38 aulas totalmente informatizadas y trabajando a pleno rendimiento. El próximo curso está previsto que se extienda a bachillerato.

"Pero un edificio no hace un colegio. Y tampoco un ordenador", afirma Luis de Lezama, promotor de esta experiencia educativa pionera: la aplicación del Método Relacional, una adaptación del método SERF (Sistema de Educación Relacional Fontán).

Básicamente, consiste en una educación individualizada, a la medida de cada alumno, a partir de un método de trabajo encaminado a desarrollar la responsabilidad, la autonomía y la motivación de los alumnos, superando el mero uso de la memoria, que es el que sigue primando en nuestro sistema educativo, "un modelo agotado", apunta Luis de Lezama, "responsable de las alarmantes cifras de fracaso escolar de nuestro país".

Procedimiento educativo

El acento se pone en el proceso: alcanzar el conocimiento a través de un trabajo de búsqueda de información que fomenta su principio de autonomía y de responsabilidad. Para Lezama, presenta similitudes con el Plan Bolonia.

Una vez identificado el problema, y sentadas las bases teóricas, viene la parte más difícil: llevarlo a la práctica. Para ello se ha implementado una herramienta tecnológica específica, desarrollada por Microsoft, a la medida de las necesidades del centro y de sus alumnos.

"Esto es, precisamente, lo que confiere valor al sistema", puntualiza Lezama: "Mientras los expertos en educación debaten sobre cómo es la educación que queremos, nosotros mostramos cómo se consigue", añade Isabel Solana, subdirectora del centro madrileño.

La Plataforma CRM

Microsoft es el proveedor de la plataforma CRM -una solución flexible de gestión para las relaciones personales- que mantiene una base de datos unificada al tiempo que permite planear proyectos y tomar decisiones.

En otras palabras, es una herramienta con la que el colegio puede gestionar toda la información, incluida la dinámica de trabajo (supervisión por parte de los profesores, e incluso de los padres) y la autoevaluación continuada.

"La sociedad demanda un sistema educativo personalizado, que requiere una mayor atención por parte del profesorado. Y para conseguirlo son imprescindibles las nuevas tecnologías.

Pero no se trata de que los docentes se conviertan en profesores de informática, sino que utilicen estas herramientas tecnológicas para dar sus clases", apunta Alejandro Borges, director de Programas Académicos de Microsoft.

Tres fases

La implementación se ha desarrollado en tres fases: la primera fue la formación de los docentes, "unos docentes hábiles desde el punto de vista tecnológico, familiarizados con las TIC".

Después se desarrolló la plataforma digital -el módulo Don Quijote-. Y por último, se puso en marcha su implantación a partir de las evaluaciones individualizadas llevadas a cabo por los profesores.

Partiendo de la realidad de cada estudiante, los profesores han confeccionado unas guías, programas educativos de cada asignatura elaborados a la medida de cada alumno, que luego se cargan en los ordenares. "Esa fase de modelización es la que se acaba de completar", afirma Isabel Solana. "Ha sido un proceso en el que se han empleado muchos recursos económicos y humanos".

Ventajas

La principal ventaja del método educativo es la flexibilidad: el método se adapta al alumno y no el alumno al método. Se parte de un diagnóstico individual y a partir de ahí se establece el plan de aprendizaje personal.

"Este sistema exige un trabajo intenso de seguimiento individualizado por parte de los docentes. Ahí es donde la tecnología debe facilitar el trabajo. Porque la figura del profesor no desaparece, sólo cambia su rol".

El profesor es la clave, según fuentes del colegio. Un proyecto de este tipo supone un reto para el profesorado, pero también un revulsivo. Implica un necesario proceso de formación para que el profesorado pueda dar el salto "tecnológico".

Inevitablemente, su nivel de compromiso es mayor. Aunque, eso sí, implica un cambio de roles. "En el siglo XXI el profesorado no puede tener los mismos roles que hace 100 ó 200 años, como sigue sucediendo en muchos colegios", apuntan desde el colegio.

Mayor motivación

El empleo de las nuevas tecnologías también motiva a los alumnos, aporta mayor dinamismo e interés en el proceso de aprendizaje.

Un estudio reciente desarrollado por la Universidad Autónoma de Barcelona, y realizado a 374 profesores de 51 centros, concluye que el uso de pizarras digitales aumenta el tiempo de atención de los niños y su entusiasmo cuando se utilizan como apoyo a las explicaciones, para hacer búsquedas en Internet o corregir ejercicios.

Este método pedagógico, que lleva diez años funcionando con éxito en Colombia, homologado por el Ministerio de Educación, está despertando el interés de otras comunidades autónomas, como el País Vasco.

Desde la Comunidad de Madrid "se está haciendo un seguimiento por parte de la Inspección educativa del desarrollo docente de este nuevo sistema pedagógico para comprobar que se imparten en cada curso los currículos que señala la normativa". Según fuentes de la Consejería de Educación, al final de curso se realizará el correspondiente informe.

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