
Más de 14.660 becas para universitarios, 848 convenios con 15 países del mundo, 100 millones de euros invertidos al año en Universidad, más del 1 por ciento del beneficio neto atribuido del banco en concepto de mecenazgo a la Universidad, 1.100 universidades integradas en su portal Universia?
En 1996, el Banco Santander decidió apostar por el mundo de la universidad, y los números que despliegan sobre la mesa indican que no se les ha dado nada mal. Se los sabe de memoria José Antonio Villasante, director general de la División Global de Universidades, quien se confiesa "entusiasmado" con lo que hace, orgulloso del papel que nuestra universidad ocupa en el mundo y avisa de los peligros de dejar de invertir en educación: "Los países más ricos no son los que más invierten en I+D+i, sino que los que más invierten en I+D+i se convierten en los más ricos y desarrollados".
P ¿Por qué decidió meterse el Santander en la Universidad?
R Somos una empresa con vocación de liderazgo, y en la sociedad actual no es presentable que una empresa de éxito no esté comprometida. La Universidad es el primer agente social del mundo, el mayor capital de la sociedad, y por eso tenemos que apoyarla. Por su parte, la Universidad se ha dado cuenta que necesita un cambio, modernizarse. Es en ese cambio donde intentamos ser útiles, y parece que lo logramos.
P ¿Les han pedido ayuda para adaptarse al Proceso de Bolonia?
R El tema de Bolonia está muy asentado en Europa, no tiene vuelta atrás. Todas las universidades están trabajando en ello y lo tienen asumido. Nosotros para ellas no somos un colaborador para crear el EEES, somos el puente y el vehículo que les conecta con toda Iberoamérica, por ejemplo. De los 848 convenios que el Santander tiene con diferentes universidades, 650 se han firmado en Iberoamérica. Tenemos el portal Universia, creado en el año 2000 para que las universidades se comunicaran y para ponerse en valor, y que hoy alberga a más de 1.100 universidades de 22 países. O la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, que creó la Universidad de Alicante, y que hoy es el portal de literatura más importante del mundo en español.
P Su campaña habla del valor del esfuerzo. ¿Cala entre los jóvenes esa idea, por ejemplo, a la hora de montar sus propias empresas?
R Sin duda. Las universidades se han dado cuenta hace tiempo de que también hay que formar gente que sea capaz de formar su propia empresa a partir de una nueva idea. Esto es lento, pero va calando, estamos bastante ilusionados con nuestra Red Universitaria Iberoamericana para Incubación de Empresas (Red Emprendia), que en estos momentos aglutina 15 universidades, y que aspira a crear de 80 a 120 empresas en este segundo año.
P ¿Qué le parece que el mundo de la empresa se fije cada vez más en la Universidad?
R Según nos dicen las universidades, aún son pocas las empresas que se vuelcan con ellas, pero es cierto que cada día más. Si una pyme quiere seguir funcionando y ser competitiva tiene que tener gente que sepa trabajar, que sepa idiomas, nuevas tecnologías? y eso sin la Universidad no se puede hacer. Aunque la Universidad hasta hace poco vivía muy encerrada, se está abriendo ahora al mundo del entorno. Tiene que estar localmente comprometida y ser globalmente competitiva. Gastar dinero en educación no es gastar, es invertir. Es algo que suele repetir el presidente Botín: la inversión en educación no debe estar sujeta a los vaivenes políticos o presupuestarios. Si nos paramos aquí, frenamos el desarrollo, la competitividad, el futuro.
P ¿Qué opina entonces del recorte que se ha producido en las partidas de Ciencia e Investigación de los Presupuestos Generales?
R Creo que el Gobierno está haciendo todo lo que puede. Está realizando un esfuerzo importantísimo para que las universidades tengan los recursos necesarios a pesar de la crisis.
P Desde su privilegiada posición de observador global de la Universidad en el mundo, ¿cómo ve el modelo universitario español?
R No soy nada crítico con la Universidad en este momento. El modelo de educación superior que tenemos en España es competitivo, es un modelo ganador. Sin duda hay áreas de mejora, y por ejemplo la oportunidad que se nos brinda ahora con los Campus de Excelencia Internacional es magnífica. Aquí somos muy críticos con nuestra Universidad, pero el mundo iberoamericano admira y tiene de referencia la universidad española.
P ¿Y si nos comparamos con el modelo anglosajón o el americano?
R Son modelos diferentes, han vivido otra historia, con un recorrido más avanzado que el nuestro.
P ¿Qué retos les quedan por cumplir?
R Acabamos de comprar un banco en el mercado americano, otro en el Reino Unido, y queremos ser tan útiles a los sistemas universitarios de esos países como lo somos para el resto de países en los que estamos.
P Si tuviera que quedarse con uno de todos los proyectos de estos 13 años, ¿cuál sería?
R Me quedo con el hecho de que el proyecto de universidades sea una división global, al mismo nivel que cualquier división del banco, lo que demuestra la importancia que el Santander da a la Universidad y que esto no es una moda, sino una seña de identidad del banco.