
Unos 30.000 inmigrantes subsaharianos esperan en Marruecos para pasar a territorio español, según versa un informe policial que ha puesto en alerta a las autoridades resaltando especialmente la "enorme presión migratoria" que existe en torno a las ciudades de Ceuta y Melilla.
Tal y como publica El País, citando el señalado informe, la principal preocupación de las fuerzas de seguridad españolas son los saltos a Ceuta y Melilla, "por su potencial desestabilizador, por la capacidad para crear alarma social y el riesgo que entraña el empleo de la violencia por parte de los subsaharianos y de las fuerzas de seguridad marroquíes, lo que ya ha provocado varias víctimas mortales".
El hecho de que cada vez más inmigrantes carezcan de los medios necesarios para acogerse a los servicios de las mafias y de que los acuerdos de cooperación ha hecho muy difícil el acceso a Canarias, el asalto a las vallas de Ceuta y Melilla se constituye como la única opción posible para la gran mayoría de personas que desea pasar a territorio español.
Por esta razón, diferentes organizaciones criminales se encargan de llevar a los inmigrantes a las inmediaciones de las vallas, e incluso de transportarles de Ceuta a Melilla o viceversa en función de la situación de la frontera. Una vez allí son ellos mismos los que organizan una posible entrada, que casi siempre está previamente fijada antes de ejecutarse.
Este informe sale a la luz días después de la muerte de 15 inmigrantes en un intento frustrado de entrada a España en el que la Guardia Civil ha sido fuertemente criticada por el uso de material antidisturbios, un extremo reconocido por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y por el que Bruselas ya ha pedido explicaciones al Gobierno.
Ceuta, más usada y más difícil
Según el informe policial, Ceuta es la vía más elegida por su cercanía a la Península y al número de conexiones a través de ferrys, buques o autobuses. Sin embargo, el vallado de Ceuta "es más difícil de saltar que el de Melilla". Esto explica que los inmigrantes realicen sus intentonas en los extremos, donde la valla acaba en el mar. La tragedia del Tarajal se produjo en estas circunstancias.
Por el contrario, el acceso a Melilla es más asequible: "La topografía de la frontera de Melilla dificulta el control de su valla y sigue permitiendo la aproximación de los inmigrantes irregulares, a pesar de los esfuerzos de las fuerzas de seguridad marroquíes por impedirlo", asegura el informe.