Yorkshire es uno de los condados más hermosos de Inglaterra que además ofrece todo un abanico de posibilidades de ocio. Podrás viajar a otra época y pasear por la campiña, degustar las delicias típicas de la zona o descansar en los aposentos de alguna dama de la antigua nobleza inglesa.
En las calles de York se percibe el pasado vivo de la que fue la ciudad más importante de Inglaterra, hasta el nombramiento de Londres como capital del país. Calles medievales, encantadoras tiendecitas, salones de té y casas torcidas, que resisten orgullosas el paso del tiempo y la fuerza de la gravedad, componen un centro histórico para recorrer a pie, descubriendo rincones y bebiendo de su historia. York es una ciudad con magia. La única que escapó a la Revolución Industrial en Inglaterra, un hecho que imprime un rasgo muy particular a esta población de
comerciantes. Su centro intacto conserva un aire de cuento de hadas que se mezcla con la contemporaneidad
de tiendas, cafés y restaurantes. Comprar unos bombones en la refinada chocolatería Maxwell & Kennedy, uno de los primeros fabricantes de chocolate en Gran Bretaña; tomarse un té al tradicional estilo inglés y probar los deliciosos dulces de mazapán del salón de té Bettys, visitar alguno de los más de 30 museos con los que cuenta la ciudad o admirar las impresionantes vidrieras de la Catedral, una pieza maestra del gótico cuya construcción se prolongó durante 250 años, son algunos de los muchos planes que ofrece York, una localidad viva llena de historias que contar.
Pero más allá de la propia ciudad, proponemos un viaje de viejos castillos, antiguas abadías y campiñas de un verde luminoso que se extienden kilómetros a lo largo de todo el condado de Yorkshire. Un fin de semana largo para relajarse, pasear y descubrir una historia de más de 2.000 años, donde vikingos, romanos, comerciantes, familias de noble alcurnia o clérigos poderosos han dejado su marca en una de las áreas más bonitas de Inglaterra.
Dormir en un castillo
Rica en tradición y leyenda, Inglat
erra alberga más de 1.000 castillos. Algunos están preparados sólo para visitas, como Castle Howard, pero otros han sido reconvertidos en lujosos hoteles que, junto a las comodidades actuales, conservan el ambiente y la decoración de siglos pasados. Son castillos que pertenecen a familias desde hace cientos de años y que, generación tras generación, han preservado su patrimonio para ofrecerlo ahora como una especial alternativa de alojamiento. Es el caso de Swinton Park, por ejemplo, a una hora de York al norte del condado. Este impresionante castillo del siglo XVII está situado en un terreno, de más de 80 hectáreas, compuesto por lagos y cuidados jardines por los que perderse en largos paseos. Un huerto propio suministra de alimentos frescos a la cocina del hotel, dirigida por el chef Simon Crannage que, sin duda, merece una mención por su sofisticado menú degustación, perfecto representante de la mejor cocina moderna británica. El castillo cuenta con 30 habitaciones, cada una decorada de un modo distinto e inspirada en diferentes poblaciones de Yorkshire. De entre ellas, destaca la espléndida suite del torreón, con una sala de estar circular, una confortable habitación y un enorme baño de estilo victoriano. Las estancias de la suite están distribuidas en tres pisos, unidas por una escalera interior y decoradas con una gran elegancia, creando un espacio tranquilo y exclusivo.
Además de un entorno privilegiado, Swinton Park ofrece multitud de actividades para disfrutar de la hermosa campiña inglesa, como pesca, golf, paseos a caballo, partidos de cricket o halconería. El hotel cuenta incluso con una escuela de cocina que organiza diversos cursos a lo largo del año, impartidos por conocidos chefs del mundo gastronómico inglés.
En realidad, este castillo podría constituir por sí mismo el motivo de un viaje a Yorkshire. Aunque data del 1.600, muchas de sus estancias recuerdan a la Inglaterra dibujada por Jane Austen en sus novelas, ya que fueron decoradas durante las eras georgiana y victoriana. En los salones de estar y de lectura, por ejemplo, se pueden admirar antiguos muebles y retratos de familia que ofrecen al invitado momentos de tranquilidad en los que absorber la elegancia atemporal del más puro estilo inglés.
Los alrededores
Un recorrido en coche por el condado de Yorkshire puede ofrecer más de una sorpresa. La verdísima campiña acompaña al viajero que podrá atravesar pequeños pueblecitos llenos de encanto. En el camino, una parada en el Yorke Arms, en Pateley Bridge (a una media hora de Swinton Park), una casa del siglo XVIII convertida en uno de los restaurantes más aclamados de la región. El ambiente es tranquilo, cálido y refinado, muy inglés, y el menú ofrece los típicos sabores británicos en una cocina de gran calidad.
Otra visita obligada es, sin duda, el maravilloso entorno de Fountains Abbey y Studley Royal, patrimonio de la humanidad y un lugar donde encontrar una inmensa riqueza proveniente de tiempos pasados.
Extensos valles, espectaculares jardines y ruinas del siglo XII, que dan idea del gran poder que ostentó el monacato británico, componen un hermoso paisaje para admirar. El condado de Yorkshire, desde la propia ciudad de York hasta los bellos lugares que componen su entorno, ofrece una perfecta oportunidad para una escapada de cuento. Historia, magia, leyendas fantásticas de un pasado medieval y una vocación romántica son los elementos que la harán enormemente especial.
