El presidente electo estadounidense, Barack Obama, ya se ha instalado en Washington con su familia, enfrenta la primera baja en su futuro gabinete ministerial, luego de que el secretario de Comercio designado renunciara.
El hispano Bill Richardson, gobernador de Nuevo México, anunció que renunciaba a ocupar el cargo de secretario de Comercio debido a una investigación a una empresa que tiene negocios con ese estado. La renuncia de Richardson coincidió con la llegada de Obama a Washington, a pocos días de asumir la presidencia el 20 de enero.
Asumir el mandato
El avión del presidente electo aterrizó en la Base de la Fuerza Aérea Andrews cerca de las 19H00 (00H00 GMT), y luego irá al histórico hotel Hay-Adams en el centro de Washington, donde residirá hasta asumir el mandato. Michelle Obama llegó el sábado con las hijas del matrimonio, Sasha y Malia, quienes iniciarán el lunes sus cursos en la escuela Sidwell Friends, donde estudió Chelsea, la hija del ex presidente demócrata Bill Clinton.
Tras recibir elogios por un proceso de trancisión sin complicaciones, ahora Obama debe encontrar rápidamente un reemplazo para Richardson además de trabajar en un multimillonario plan de rescate económico que los demócratas del Congreso esperan aprobar a principios de febrero.
Un profundo revés económico
El paquete, que supondría una inversión de hasta 1 billón de dólares, es necesario para prevenir un "revés económico más profundo", cuando Estados Unidos ya se encuentra en recesión, dijo Obama en su programa radial. El departamento de Comercio no está al frente de la política económica de Obama, pero Richardson es un peso pesado que inicialmente fue considerado para dirigir el departamento de Estado.
"Es una muestra de su disposición para poner al país primero el que haya pedido ser removido del puesto en el gabinete y así evitar cualquier demora en su posesión del importante cargo económico en este momento crítico", agregó Obama.
Una corte federal investiga cómo la empresa CDR Financial Products ganó lucrativos contratos de asesoría para las autoridades de Nuevo México hace cuatro años, luego de donarle dinero a Richardson.
Financiar el plan de rescate
Obama acudirá al Capitolio a partir del lunes para intentar finalizar con los dirigentes parlamentarios su plan de rescate, que según dijo el domingo el líder de la mayoría demócrata de la Cámara de Representantes, Steni Hoyer, estaría "en el entorno" de 775.000 millones a 1 billón de dólares.
Según Hoyer, el plan de rescate de la economía estadounidense debería ser adoptado "a principios de febrero", es decir poco después del arribo del nuevo presidente a la Casa Blanca el 20 de enero. "Queremos ver la aprobación de este paquete en la Cámara de Representantes no más allá de fin de mes, llevarlo al Senado y llevarlo al presidente antes del receso" por vacaciones "a principios de febrero", informó el legislador demócrata al programa televisivo Fox News Sunday.
Respecto al millonario paquete de estímulos, Hoyer dijo el domingo que "obviamente, (el monto) debe ser considerable". "Cada economista, de la derecha a la izquierda, republicano o demócrata, aconseja que debe ser un paquete muy importante si, de hecho, queremos lograr el objetivo que desde luego es estabilizar la economía y tratar de comenzar a recuperarla", agregó.
Por su parte, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, reclamó participar en la elaboración del gigantesco plan de rescate y advirtió contra la precipitación a la hora de adoptarlo.
"Queremos asegurarnos de que no se trata tan solo de una ley de gastos de 1 billón de dólares, sino de que este plan pueda lograr su objetivo", indicó a la cadena de televisión ABC. "Queremos formar parte de este proceso", añadió. "Creo que si el procedimiento utilizado en el Senado es equitativo y da a ambas partes la posibilidad de participar, él (Barack Obama) podría obtener un apoyo significativo" de los republicanos, indicó McConnell.