Más de 2,5 millones de peregrinos, unos 1,7 de ellos llegados desde todas partes del mundo, se han comenzado a reunir este sábado en la ciudad saudí de Mina, próxima a La Meca, para comenzar la peregrinación anual o 'Haj' que les llevará en los próximos días a cumplir con una serie de rituales que forman parte de los cinco preceptos que todo buen musulmán debe cumplir, en este caso, al menos una vez en la vida.
Ante los trágicos sucesos ocurridos en otras ocasiones, las autoridades saudíes han movilizado a unos 100.000 miembros de las fuerzas de seguridad para garantizar la seguridad de los peregrinos y se han preparado las instalaciones necesarias tanto en Mina como en otros lugares sagrados para dar acogida a este gran flujo de fieles.
Ya ayer, más de dos millones de fieles, en su mayoría peregrinos, habían asistido a la oración en la Gran Mezquita de La Meca durante la que el imán de la misma, jeque Saud al Shuraim, hizo hincapió en que el 'haj' refleja la igualdad entre los musulmanes.
"Todos los musulmanes deben aprender la lección de este gran acontecimiento religioso (...) no hay eslóganes nacionales o raciales o banderas de partido, sólo hay una bandera, la bandera de 'no hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta", subrayó, según recogen hoy los medios saudíes.
Ningún detalle al azar
La coordinación de los peregrinos y sus movimientos es esencial, de ahí el que las autoridades saudíes intenten no dejar nada al azar y, sobre todo, intenten impedir los fraudes que también se cometen en la peregrinación a La Meca.
Así, se ha desplegado a agentes en las carreteras que llevan a esta ciudad con el fin de evitar las peregrinaciones ilegales de aquellos que no cuentan con el permiso oficial para entrar, explicó el comandante de las fuerzas de seguridad para el 'Haj', general Ali Habab al Nafie. "Los conductores que introducen de contrabando a peregrinos ilegales a La Meca serán detenidos y entregados a las autoridades para que les castiguen", explica al diario Arab News.
Según indica, el año pasado sus fuerzas consiguieron evitar muchas de estas peregrinaciones fraudulentas y "este año intensificaremos nuestros esfuerzos para evitar la intrusión de ilegales a La Meca y a otros lugares sagrados".
Además, ha asegurado que se ha desplegado una fuerza especial para controlar los movimientos de los peatones en los lugares sagrados, especialmente cerca de Jamrat -donde los musulmanes apedrean simbólicamente al diablo-, con el fin de evitar los tumultos y las estampidas.
Evitar errores del pasado
Por su parte, el subcomandante de la fuerza para las cuestiones de seguridad, general Alí al Sahli, dijo que sus hombres han sido desplegados ya con el fin de evitar que se produzcan delitos. "Nuestros agentes registran los vehículos sospechosos para evitar que se introduzcan armas y explosivos en los lugares sagrados", explica. En caso de que ocurra uno de estos casos, los sospechosos serán trasladados a "tribunales especial para el 'Haj'. Un total de 17 jueces han sido nombrados para abordar estos casos.
También el Ministerio de Sanidad ha tomado precauciones. Así, están preparadas más de 14.000 unidades de sangre y se han hecho las gestiones pertinentes para poder ofrecer unas 37.000 comidas a los pacientes ingresados en los hospitales de los lugares santos.
Anoche, el Ministerio había informado de que por el momento no se han registrado problemas importantes de salud ni epidemias, pero su portavoz, Jalid Margalani, instó a los peregrinos a dirigirse al centro sanitario más próximo para recibir tratamiento cuando noten algún síntoma.
En total hay cuatro hospitales con 582 camas, que pueden incrementarse en otras 160, además de 23 centros de salud en Mina, según el Ministerio de Sanidad. Asimismo, están previstos planes de evacuación médica en caso necesario así como para el tratamiento de enfermedades infecciosas o epidemias.