
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha conovocado una reunión extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea para el 7 de noviembre con el objetivgo de preparar la cumbre financiera internacional que se celebrará una semana más tarde, el 15 de noviembre, en Washington, con la participación de los países del G-20.
Sarkozy ya había anunciado su intención de convocar esta reunión en su comparecencia ante el Parlamento Europeo de Estrasburgo el pasado martes. Allí dijo que el objetivo es preparar la cumbre internacional y lograr que "Europa hable con una sola voz y pueda hacerse oír".
El objetivo de la UE en esta cumbre internacional debería ser, a juicio de Sarkozy, "aportar la idea de una refundación del capitalismo internacional". Esta refundación pasa, según el presidente francés, por hacer que "ninguna institución financiera pueda trabajar sin estar sometida a una regulación financiera" y por prohibir a los bancos que hayan recibido fondos públicos operar en paraísos fiscales.
Reunión del G-20
Sobre la próxima cumbre del G-20 en Washington, Sarkozy ha asegurado que esta reunión "no debe ser una cita para nada. Y yo no iré para asistir a una cita fallida. Si logramos juntos con todos los responsables políticos de los grandes países industrializados y emergentes definir estas nuevas reglas que necesita la economía global entonces habrá una posibilidad para que de esta crisis salga un mundo mejor", señaló durante un discurso pronunciado ante la clase empresarial en Annecy, en el sureste francés.
"No tenemos el derecho de fracasar porque eso significará que el mundo que saldrá de la crisis será peor que el de antes", avisó Sarkozy quien puso de relieve que el riesgo es tener que enfrentarse en todo el mundo "a la revuelta de las clases populares y de las clases medias" que, en su opinión, rechazarán una mundialización "que no vivirán como una promesa sino como una amenaza" y como causa de "injusticia".
"Refundar el capitalismo"
Para Sarkozy el mundo de hoy necesita no sólo moralización y transparencia sino "protección e igualdad" así como regulación, necesidades a las que los políticos deben responder "no en seis meses sino el 15 de noviembre".
Reiteró en este punto la "inmensa tarea" de esa cumbre que es "refundar el capitalismo mundial" dando protagonismo al empresario y al trabajador y no al especulador, para que las finanzas se pongan al servicio de las empresas, de la producción, de la innovación y del desarrollo económico y no sólo "al servicio de ellas mismas".
Reponder a la crisis
Además, insistió en que no serán los técnicos quienes hagan ese nuevo diseño sino los políticos. "No es una elección técnica sino política", remachó recordando que los responsables de la situación actual no pueden ser los que encuentren una solución para salir de ella.
Finalmente, habló de su visión de Europa en un mundo que cambia y se felicitó de que la Europa "tecnocrática y plana" que era incapaz de hacer política, debatir, reaccionar o tomar decisiones esté dejando paso a otra que ha sido capaz de dar "la respuesta más fuerte a la crisis financiera" y proponer la cumbre donde se construirá un nuevo orden mundial también de inspiración europea.