La crisis financiera pareció agravarse el viernes tras la quiebra del banco Washington Mutual, mientras proseguían en el Congreso las negociaciones sobre un plan de rescate financiero, que pueden prolongarse al fin de semana.
El cierre de Washington Mutual, anunciado el jueves, constituye la mayor quiebra de un banco de depósitos en la historia de Estados Unidos.
"WaMu", basado en Seattle (oeste), era el sexto banco estadounidense en términos de activos, y fue particularmente golpeado por la crisis del sector inmobiliario ("subprime").
Sus actividades aún viables serán asumidas por su competidor JPMorgan Chase por 1.900 millones de dólares.
"WaMu" es la última gran víctima de las finanzas de Estados Unidos en sucumbir a la crisis en menos de dos semanas, tras los bancos de negocios Lehman Brothers y Merrill Lynch, y el gigante de los seguros AIG.
Ante las divisiones que genera en el Congreso el plan de rescate de 700.000 millones de dólares para ayudar al sector bancario, el presidente George W. Bush intervino nuevamente el viernes.
Bush le indicó al primer ministro británico, Gordon Brown, que confiaba en que el plan que apruebe el Congreso estadounidense será "suficientemente importante" para solucionar la crisis.
"Le dije que el plan es lo suficientemente importante como para hacer una diferencia y yo creo que va a ser aprobado", dijo Bush, tras reunirse con Brown en la Oficina Oval.
Brown por su parte le aseguró al presidente estadounidense que habría un apoyo global al plan de rescate. "Los británicos apoyamos el plan financiero, y cualesquiera que sean sus detalles es lo correcto para llevarnos a través de estas circunstancias difíciles", dijo el primer ministro.
Anteriormente el presidente estadounidense insistió en un breve mensaje desde la Casa Blanca en que "necesitamos (aprobar) un plan de rescate" (...) debemos actuar rápidamente".
"Tenemos un gran problema", dijo Bush en relación a la demora en concluir el acuerdo.
Los legisladores estadounidenses, que debían irse de vacaciones parlamentarias este viernes hasta la elección presidencial del 4 de noviembre, seguirán sesionando hasta que haya acuerdo sobre el plan, anunció el jefe de la mayoría en el Senado, Harry Reid.
Por otra parte, el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, John Boehner, informó el viernes por carta a la presidenta de ese cuerpo, Nancy Pelosi, sobre contrapropuestas republicanas al plan de rescate bancario presentado por el secretario del Tesoro, Henry Paulson.
"Le he pedido al representante Eric Cantor que encabece un grupo de trabajo de republicanos en la Cámara para desarrollar algunas ideas a fin de hacer avanzar los debates", añadió.
Se trata de contrapropuestas presentadas el jueves por la tarde en una reunión en la Casa Blanca, en la que participaron Bush, y los candidatos presidenciales demócrata, Barack Obama, y republicano, John McCain, además de líderes de ambos partidos.
Esas propuestas tomaron por sorpresa al gobierno y a la oposición demócrata, que ya habían anunciado que el acuerdo estaba casi listo entre los dos grandes partidos del Congreso.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en visita a Francia, abogó el viernes en París por "una nueva época post Bretton Woods". Manifestó su coincidencia con el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, en la "necesidad de transformar" el sistema financiero mundial.
"Creo que deberíamos buscar una época, una nueva época post Bretton Woods", afirmó Chávez, al término de una reunión de 45 minutos con Sarkozy.
Considerado líder la izquierda latinoamericana, Chávez no dudó en responsabilizar a Estados Unidos y al sistema capitalista de la actual debacle financiera.
"Estados Unidos no supo actuar con responsabilidad ante el planeta, teniendo ese poder en el mano, la hegemonía del dólar", sostuvo Chávez, cuyo país es uno de los principales abastecedores de petróleo de Estados Unidos.
Entretanto, el persistente retraso en hallar un acuerdo sobre el plan de rescate generó una nueva ola de pesimismo en las bolsas europeas, que cerraron en baja.
En Nueva York, la tendencia fue mixta (Dow Jones: +1,10%, Nasdaq: -0,15%), mientras que cerraron en baja las plazas de Sao Paulo (-2,02%), Mexico (-0,2%) y Bogota (-0,68%).
Y la revisión a la baja del crecimiento del PIB en Estados Unidos en el segundo trimestre, de 0,5 puntos a 2,8% en ritmo anual, reflejó el impacto de la crisis financiera en la economía.