Un gira nacional y una serie de apariciones en televisión para dejar sentado su legado político, entre otras actividades, son contemplados por los asesores del primer ministro británico, Tony Blair, con la esperanza de poner fin a su mandato con una nota triunfal, según recoge un memorándum filtrado hoy a la prensa.
Aunque el documento no revela cuándo renunciaría Blair, hoy el diario inglés The Sun afirma que será el día 31 de mayo de 2007, fecha que otros medios no han confirmado, aunque según The Guardian, el canciller del Tesoro y futuro sucesor, Gordon Brown ha exigido a Blair una fecha concreta, más allá de los "doce meses" difundidos en las últimas informaciones.
Blair expresó en una entrevista la semana pasada que sus críticos deberían dejar de lado su obsesión por la fecha de dimisión, pero el documento filtrado al periódico 'Daily Mirror' indica que su oficina está considerando seriamente el asunto.
Mientras el Gobierno de Blair "entra en su fase final, necesita pensar en ir más allá de la meta, no en estar atento a ella. Necesita dejar a las multitudes ansiosas, hacer como el artista que se niega a salir a dar una última canción. Conforme se acerca al final, tiene que pensar en su futuro", señala el documento citado por el diario.
Gira de despedida
El memorándum habría recomendado que Blair trate de llegar al público más allá de los medios políticos, con una presentación en diversos programas de televisión, desde series infantiles hasta emisiones de corte religioso.
Una serie de visitas nocturnas a al menos seis ciudades diferentes, así como escalas en los 20 edificios más importantes construidos o modernizados desde que asumió el poder en 1997, deberían ser incluidas en el programa de actividades para el último mes de su gobierno, agrega el documento.
El recorrido enviaría el mensaje de que el legado más importante de Blair no se basa en los cambios específicos que realizó, sino en "el predominio de sus ideas (políticas)... en el triunfo del 'blairismo"'.
A vueltas con Irak
Sin embargo, no podrá ignorar el tema de Irak, habría anotado sus asesores. La decisión de mandar soldados a este país, así como su cercana alianza con el presidente estadounidense, George W. Bush, son muy impopulares en Reino Unido y le han causado un duro golpe político. "Debemos incorporar esto en nuestro plan de medios... Hay que enfrentarlo", apostilla el memorándum.
