
Las elecciones de hoy en Grecia pueden marcar un antes y un después. El hecho de que por primera vez un partido claramente de izquierdas, como es la coalición de izquierda radical Syriza, puede ganar y llegar a formar Gobierno, es algo sin precedentes en la historia política en Grecia.
El bipartidismo entre socialistas y conservadores que dominó la vida política del país durante los últimos cuarenta años, parece estar acabado y una fuerza política que hasta hace poco luchaba para asegurar su entrada en el Parlamento está ahora a punto de gobernar e influir con su presencia a toda Europa.
Syriza probablemente ganará las elecciones generales; lo que queda por ver es cuál será la diferencia porcentual con el segundo partido, si hay mayoría absoluta, y cuáles serán los pactos que habrá de formar. En este sentido cabe destacar los puntos claves de los principales candidatos en estas elecciones que se presentan históricas.
Tsipras (Syriza). La izquierda griega ante una victoria histórica
De candidato sorpresa a la alcaldía de Atenas hace una década, Alexis Tsipras, 44 años, puede ser el primer ministro más joven en la historia del país. Su discurso se centra en el fin de la austeridad, en la renegociación de los acuerdos con los acreedores internacionales, en la amortización de las obligaciones de deuda del país mediante el desarrollo económico -y no a través de los denostados recortes- y en la reducción del abultado nivel de desempleo que azota a Grecia. La retórica de Tsipras ha dejado de usar términos como "abolición de la deuda de una forma unilateral", "vuelta al dracma" o "salida de la eurozona", una estrategia que le ha acercado a otras fuerzas políticas, como Potamio los Griegos Independientes, con quienes puede buscar un pacto a la hora de la formación de Gobierno. Cabe añadir asimismo que muchos votantes indecisos critican a Syriza indicando que no es más que una reencarnación del antiguo Pasok; una opinión esta que se refuerza por el hecho de que se ha producido una incorporación de antiguos socialistas a las filas de la actual formación radical.
Antonio Samarás (Nueva Democracia). Líder inesperado, revitalizó a los conservadores
Antonis Samarás es un caso único en la historia política de Grecia. A sus 32 años, fue elegido como ministro de Asuntos Exteriores, en los inicios de los años noventa, cuando estalló la crisis histórica y cultural que aún continúa con el país vecino de Macedonia (en griego se conoce con el nombre de Fyrom). Más tarde, fue él quien derrumbó al Gobierno de Nueva Democracia de entonces y por espacio de casi quince años desapareció por completo del escenario político heleno. Regresó a la actualidad política en el año 2009, para ocuparse de la cartera ministerial de Cultura. En el año 2012 se convirtió en primer ministro, en el momento que quizá sea el más delicado de toda la historia griega contemporánea. Antonis Samarás fue capaz de liderar a un Gobierno compuesto por tres partidos, algo nunca visto en Grecia. Según los sondeos, la población le critica ferozmente por los severos recortes impuestos, pero él sostiene que Grecia está ahora a punto de salir definitivamente de la crisis, y que un Gobierno del radical Syriza anulará todos los sacrificios realizados en los últimos años.
Stavros Theodorakis (To Potami - El Río) Del periodismo a la política... ¿y de ahí al Gobierno?
Su decisión de dejar el periodismo para dedicarse a la política provocó cierta polémica: Stavros Theodorakis es conocido por sus controvertidas entrevistas con personajes tanto del mundo de la política como de grupos marginados de la sociedad. Formó su partido en el año 2014, justo antes de que se celebrasen las elecciones europeas, expresando básicamente un espacio en el centro del espectro político, simpatizante de varias posiciones de izquierdas, y con carácter claramente europeísta. Las líneas rojas de su partido son la permanencia del país en el euro sin más y la conclusión de las negociaciones con los acreedores internacionales de la troika. La crítica contra Potami se dirige básicamente hacia el pasado profesional de Theodorakis, quien trabajó durante décadas en una editorial que expresa el "gran capital". Tanto si gana Syriza, como si gana Nueva Democracia, Theodorakis será el primer pilar de un gobierno de colaboración, especialmente si logra superar el 6,6 por ciento de apoyo que obtuvo en las elecciones europeas celebradas en junio de 2012.
Evangelos Venizelos (PASOK). La lucha electoral de un coloso colapsado
El socialista Pasók es el partido que más ha relacionado su nombre con la estructura del Estado y lo que llamamos "estado clientelar". Venizelos personifica quizá la última conexión del Pasok actual con su era de omnipotencia en los años ochenta y noventa del siglo XX. Fue la mano derecha del tecnócrata primer ministro Kostas Simitis, reclamó sin éxito el liderazgo del partido de Yorgos Papandreu, sirvió como ministro de Finanzas (precisamente él fue el inductor de los impuestos más polémicos) y luego, desde el cargo de vicepresidente del Gobierno de coalición, bajo Antonis Zamarras. Venizelos lidera hoy un partido que del 44 por ciento de votos que cosechó en 2009 se ha desplomado hasta niveles del 5-6 por ciento. Sin embargo, es muy probable que sea uno de los dos pilares principales (el otro será To Potami) de un nuevo Gobierno de colaboración, con el que se especula que saldrá de las urnas. Se trata de un líder claramente europeísta, con una gran elocuencia, pero cuyo punto débil es que cada vez dispone de menor capacidad de influir sobre las decisiones del votante medio griego.
Dimitris Kutsumpas (P.Comunista - KKE). Propugna la salida del euro y dice no a Syriza
El partido más firme a sus posiciones, el KKE apoya la salida del país de la Unión Europea y también del euro. Aunque mantiene raíces históricas con la radical Syriza, Kutsumpas ha descartado una y otra vez la posibilidad de respaldar un eventual Gobierno de Alexis Tsipras.
Panos Kamenos (Independientes - ANEL). Puede entrar en un Ejecutivo con Tsipras
Viene del ala derecha de Nueva Democracia, pero condena el memorándum y la austeridad impuesta al país. Kamenos es más bien partidario del estado-nación que de la Unión Europea. Si Syriza triunfa y debe buscar una sola colaboración, ANEL será la respuesta más probable.