
La firma de lencería americana de implantación mundial Victoria's Secret -en España cuenta con dos espacios en Barcelona- despliega una estrategia de venta diferenciada por sexos que inculca a las empleadas de sus tiendas para garantizar un volumen de negocio.
Todo gira alrededor del hombre como cliente más deseado, debido a su modo de concebir la compra en este establecimiento y a sus pensamientos y sensaciones en el mismo. ¿Qué es lo que piensa un hombre cuando cruza el umbra de Victoria's Secret? Según relata Business Insider, tras consultar a empleadas en punto de venta de la firma de lencería, los hombres están dispuestos a comprar cualquier cosa a cambio de minimizar al máximo el tiempo que pasan dentro de la tienda.
Los hombres, en general, se sienten incómodos y "extraños" al comprar un sujetador, por ejemplo, por lo que pondrán toda su confianza en la recomendación de las dependientas. Esto implica una venta económicamente más alta, ya que el cliente masculino está menos dispuesto a cuestionar el precio de lo que le ofrezcan en primer lugar o a comparar distintas opciones.
Los clientes masculinos son, por tanto, los más deseados entre las empleadas de la compañía, que saben que harán una venta mayor que con una mujer. En el caso de las clientes femeninas, la estrategia de venta se enfoca desde los productos con descuento y las promociones, ya que estas se encuentran más orientadas a considerar el precio de lo que adquieren.