Un policía de fronteras israelí fue detenido en relación con la muerte de un adolescente palestino durante los disturbios que se produjeron el pasado mes de mayo con motivo del Día de la Nakba en Beitunia, en Cisjordania, según se ha podido saber este miércoles y publican los medios locales.
Nadim Nuwara, de 17 años, murió por disparos cuando decenas de palestinos atacaron a soldados israelíes con piedras durante una protesta cerca de la prisión de Ofer, situada entre Ramala y el asentamiento de Givat Zeev.
Munición real
Activistas palestinos e israelíes habían denunciado que tanto Nuwara como otro adolescente palestino, identificado como Muhamad Abu Daher, recibieron disparos de munición real, algo que los soldados solo pueden emplear cuando está en peligro su propia vida.
La autopsia practicada al adolescente en junio llegó a la conclusión de que éste había sido alcanzado por munición real y el vídeo de las cámaras de seguridad próximas al lugar de los hechos muestra cómo los dos adolescentes caen al suelo por separado.
Las imágenes, que fueron difundidas, entre otros, por la ONG israelí Betselem, no muestran que ambos supongan una amenaza para los militares israelíes, argumento empleado por los activistas para denunciar que fueron abatidos de forma ilegal. Sin embargo, el Ejército israelí insistió en que solo se emplearon balas recubiertas de goma en dicho incidente.
Serios distrurbios
Una fuente del Ejército ha indicado al diario The Jerusalem Post que ese día, el 15 de mayo, unos 150 palestinos provocaron "serios disturbios" y hubo "un ataque muy agresivo contra el personal de seguridad". "Estamos examinando el incidente", ha añadido, sin entrar en más detalles.
Por su parte, el Yedioth Ahronot indica, citando a una fuente implicada en la investigación, que un miembro de las fuerzas de seguridad fue detenido por su papel en la muerte del manifestante y otro de la misma unidad ha sido interrogado.
Daños en edificios religiosos
Una mezquita palestina y una sinagoga israelí han sufrido daños tras dos ataques incendiarios según han relatado este miércoles la Policía y los residentes de los barrios donde se localizan los templos. Aunque los atentados no han causado víctimas, han avivado las tensiones.
En uno de los ataques, varios jóvenes entraron en la aldea de Mghayr, en el territorio ocupado de Cisjordania, e incendiaron la mezquita. Las llamas han consumido la planta baja del edificio antes de que las personas que rezaban en su interior pudieran ponerse a salvo, según ha explicado el alcalde de la localidad, Faraj Nasan.
¿Una nueva intifada?