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¿Deben estar protegidas las inversiones de las multinacionales en el extranjero?

  • Antes, los inversores se regían por el Derecho Internacional Público
  • Occidental Petroleum consiguió una indemnización millonaria de Ecuador
Foto de archivo

Los sistemas de protección de inversiones están de moda, casos como la disputa entre Argentina y Repsol han puesto en tela de juicio estos acuerdos, si son necesarios o no, y a quién benefician. Son sistemas de resolución de conflictos entre empresas y Estados, conocidos en inglés como Investor-State Dispute Settlement, que permite a las grandes empresas recibir compensaciones de los países en los que invierten. El arbitraje internacional tiene la última palabra (más del 90% de los laudos son firmes), y los tribunales de los Estados no pueden contradecir estas sentencias.

Antes de que naciesen estos acuerdos, la relación entre los Estados y los inversores se regían por el Derecho Internacional Público, hasta que en 1959, Alemania y Pakistán suscribieron el primer tratado de protección de inversiones extranjeras.

Algunos ejemplos

Ahora existen miles de tratados de este tipo, que varias multinacionales ya han explotado para conseguir grandes compensaciones, según explica The Economist. UE pide a Bolivia cumpla con compensación para Iberdrola por expropiaciones

El desastre de Fukushima en Japón desató una serie de medidas que han demostrado de forma práctica como se cumplen estos tratados. Los ocurrido en en la ciudad japonesa sirvió de advertencia para varios países, por ejemplo Alemania decidió emprender una camino cuya meta final es deshacerse de la industria nuclear.

Tras esta decisión del Gobierno de Angela Merkel, Vattenfall, una empresa sueca que gestiona dos plantas nucleares en Alemania, ha exigido una indemnización de 3.700 millones de euros al Gobierno germano, utilizando como pretexto la cláusula de un tratado internacional sobre inversiones energéticas.

Este caso aun se encuentra en los tribunales. Una disputa ya resuelta, se produjo entre una empresa norteamericana y el Gobierno de Ecuador. Occidental Petroleum Corporation consiguió una indemnización de unos 2.000 millones de euros por el incumplimiento de un contrato en el país suramericano, según informa The Economist.

En el año 2006, el Gobierno de Ecuador decidió finalizar de forma unilateral un contrato con la petrolera de Estados Unidos, que tenía el derecho de explotación de una zona de la amazonia. Finalmente, Ecuador tuvo que indemnizar a la multinacional.

Con estos ejemplos, no es de extrañar que desde algunos sectores se haya tachado a las multinacionales y a las grandes potencias de occidente de pretender promocionar este tipo de tratados en beneficio de las multinacionales, que en varias ocasiones terminan obteniendo cifras multimillonarias a costa del contribuyente del Estado donde se ha producido la inversión.

El nacimiento y fomento de este tipo de acuerdos se produjo para fomentar la inversión internacional, sobre todo en lugar donde el marco jurídico y político es inestable y cambiante, lo que puede dañar seriamente la inversión de las empresas.

Tras varios años de crecimiento, en 2012 se firmaron 59 tratados de este tipo, puede que ahora comiencen a remitir. The Economist asegura que varios académicos y expertos en la materia están comenzando a cuestionar los beneficios de los ISDS.

Negativa de algunos países

Además, algunos países, como es el caso de Brasil, han asegurado que van a dejar de lado este tipo de cláusulas. Sudáfrica también se ha pronunciado al respecto y su Gobierno ha asegurado que va a imitar al de Brasil.

El país que mayor interés ha mostrado por mantener este tipo de acuerdos es Estados Unidos. En la firma del tratado de Libre Comercio UE-EEUU las empresas norteamericanas no dudan de la fortaleza del marco jurídico y político de Europa, pero sí quieren sentar un precedente para un futuro tratado con China, asegura Jeffrey Schott, miembro del Peterson Institute for International Economics.

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