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El nuevo jefe de DDHH de la ONU advierte del baño de sangre en Irak y Siria

Por Stephanie Nebehay

GINEBRA (Reuters) - El nuevo jefe de derechos humanos de Naciones Unidas instó el lunes a las potencias a proteger a las mujeres y a las minorías afectadas por los insurgentes del Estado Islámico en Irak y Siria, al decir que los combatientes estaban provocando un baño de sangre.

El jordano Zeid Ra'ad al Husein, el primer musulmán en asumir el puesto, pidió a la comunidad internacional que se centre en poner fin al conflicto, cada vez más intrincado, entre ambos países y a los abusos en otros lugares como Ucrania y Gaza.

Los combatientes suníes del Estado Islámico han tomado partes de Siria e Irak desde junio, declarando un califato transfronterizo.

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con base en Ginebra, acordó la semana pasada enviar un equipo para investigar las matanzas y otros abusos realizados por el grupo en "una escala inimaginable".

Zeid, un exembajador jordano ante la ONU y príncipe de ese país, describió al Estado Islámico en su primer discurso al Consejo como "takfiris", militantes suníes de línea dura que justifican matar a otros calificándolos de apóstatas.

"¿Creen ellos que están actuando con valentía? ¿Asesinando cruelmente a cautivos? (...) Solo revelan cómo luciría un estado Takfiri si este movimiento efectivamente trata de gobernar en el futuro", dijo Zeid, quien sustituyó a Navi Pillay en el destacado puesto de la ONU en Ginebra.

"Sería un baño de sangre duro, miserable, donde no se ofrecería sombra, ni se daría refugio a ninguna persona que no sea takfiri", agregó.

Zeid llamó al nuevo Gobierno y primer ministro de Irak a que consideren unirse a la Corte Penal Internacional (CPI) para garantizar la condena de los crímenes allí cometidos.

"En concreto, se necesitan esfuerzos dedicados y urgentes para proteger a los grupos religiosos y étnicos, a los niños - que están en riesgo de reclutamiento forzoso y violencia sexual - y a las mujeres, que han sido blanco de severas restricciones", declaró.

Los embajadores de Irak y Siria, en discursos separados, llamaron a combatir a "grupos terroristas" en sus países natales y a detener el flujo de armas y fondos a insurgentes islámicos.

"Los terroristas no deben ser armados, la fuente de financiación debe ser detenida. La infiltración de terroristas de fuera debe ser frenada", dijo el nuevo enviado sirio Husam Edin Aala.

"SOLO ANIQUILACIÓN"

El Consejo tiene una investigación independiente de los crímenes de guerra perpetrados por todas las partes en Siria, donde se produjeron más de 190.000 muertes documentadas durante el conflicto que comenzó en marzo de 2011, según un informe difundido por Pillay el mes pasado.

"En la mente takfiri, como hemos visto en Nigeria, Afganistán, Pakistán, Yemen, Kenia, Somalia, Mali, Libia, Siria e Irak (...) no hay amor por el vecino, sólo aniquilación a aquellos musulmanes, cristianos, judíos y otros, el resto de la humanidad, que creen diferente a ellos", dijo Zeid.

Zeid llamó a poner fin al bloqueo de siete años de Israel sobre la Franja de Gaza y dijo que los palestinos en Gaza y Cisjordania merecían una vida normal libre de asentamientos ilegales y de lo que llamó un uso excesivo de la fuerza.

"En este punto, también destaco que los israelíes tienen derecho a vivir seguros y libres del lanzamiento indiscriminado de misiles", sostuvo, refiriéndose a los cohetes lanzados por insurgentes en Gaza, gobernada por el grupo islámico Hamas.

(Información de Stephanie Nebehay; Traducido por la Mesa de Santiago de Chile; Edición de Teresa Medrano en la Redacción de Madrid)

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