Por Anton Zverev y Peter Graff
DONETSK Ucrania (Reuters) - Tanques del ejército ucraniano fueron vistos el lunes lanzando un asalto para acabar con la ocupación de la ciudad de Donetsk por parte de los rebeldes prorrusos, en el primer estallido importante de hostilidades en la zona desde que el vuelo MH17 de Malaysia Airlines fue derribado la semana pasada.
Un líder separatista dijo que las fuerzas del gobierno ucraniano estaban intentando entrar en Donetsk y que había enfrentamientos cerca de la estación de ferrocarriles.
Sergei Kavtaradze, de la autoproclamada por los rebeldes República Popular de Donetsk, dijo que al menos cuatro tanques y vehículos blindados estaban intentando entrar en la ciudad.
Un portavoz militar ucraniano dijo que la operación estaba en marcha pero no comentó la información sobre tropas entrando en Donetsk. "La fase activa de la operación antiterrorista continúa. No estamos a punto de anunciar ningún movimiento de tropas", dijo Vladyslav Seleznyov.
Periodistas de Reuters también vieron a dos tanques rebeldes dirigirse hacia la estación de ferrocarril de Donetsk.
Mientras el horror internacional se profundizaba por el destino de los restos de las 298 víctimas del desastre aéreo, los primeros investigadores internacionales llegaban el lunes a territorio rebelde en el este de Ucrania.
Tres miembros de un equipo holandés de identificación de víctimas de desastres llegaron a Donetsk y se esperaba que visitaran una estación de tren cerca del lugar del accidente donde casi 200 cuerpos se han almacenado en vagones refrigerados.
Los equipos de rescate dijeron que habían encontrado un total de 251 cadáveres y 86 fragmentos en el lugar del accidente y había llegado un segundo vagón refrigerado.
El derribo del avión el jueves ha profundizado abruptamente la crisis ucraniana, en la que los separatistas del este rusohablante han estado combatiendo contra las fuerzas del gobierno desde que los manifestantes en Kiev obligaron a la marcha del presidente proMoscú y Rusia se anexionara Crimea en marzo.
Estados Unidos y sus aliados han señalado a los rebeldes prorrusos y a Moscú por el derribo del avión, aunque Rusia ha negado su implicación.
LA CONMOCIÓN SE CONVIERTE EN INDIGNACIÓN
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, presentó lo que calificó como evidencia abrumadora de complicidad rusa en el derribo del vuelo MH17 de Malaysian Airlines.
Kerry exigió que Moscú asuma la responsabilidad por las acciones de los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania, de los que Washington sospecha que derribaron al avión con un misil, y expresó su disgusto por el manejo "grotesco" de los cuerpos.
Imágenes de televisión de los sitios del incidente, controlados por los rebeldes, donde los restos de las víctimas habían sido dejados en descomposición en los campos entre sus pertenencias personales, han convertido en furia la sorpresa y el dolor iniciales después del desastre del jueves.
El ministro de Asuntos Exteriores de Holanda, de donde procedían unos dos tercios de las 298 personas que murieron en el Boeing 777, dijo que el país está "furioso" por oír que los cuerpos estaban siendo "arrastrados", mientras que los familiares y líderes religiosos exigían que fueran devueltos rápido a casa.
Pero la partida de decenas de cadáveres cargados en vagones de tren refrigerados fue aplazada el domingo mientras responsables ucranianos y rebeldes cruzaban acusaciones sobre por qué el tren todavía no había salido de la zona de guerra, y dónde o cuándo los investigadores internacionales podrían revisarla.
El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto votar el lunes una resolución que condenaría la caída del avión y demanda que los responsables sean llevados a la justicia, y que los grupos armados no comprometan la integridad del sitio del incidente.
En un aparente intento de llegar a un acuerdo de compromiso con Moscú, el texto de la resolución, redactado por Australia, fue cambiado para calificar el incidente como la "caída" del vuelo de Malaysia Airlines en lugar del "derribo", de acuerdo con la versión final a la que accedió Reuters.
En Washington, Kerry criticó al presidente ruso, Vladimir Putin, y amenazó con tomar "medidas adicionales" contra Moscú.
"Separatistas borrachos han estado apilando cuerpos en camiones y sacándolos del lugar", dijo en la cadena de televisión NBC el domingo. "Lo que está pasando es realmente grotesco y va en contra de todo lo que el presidente Putin y Rusia dijeron que harían".
Moscú niega cualquier participación en el desastre y ha culpado al ejército ucraniano. Si bien no llegó a acusar directamente a Moscú, Kerry presentó los argumentos estadounidenses más detallados hasta ahora, en base a las últimas evaluaciones de la inteligencia de Estados Unidos.
El secretario de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Philip Hammond, instó a que Moscú asegure que los investigadores internacionales tengan acceso a los sitios del incidente.
"Rusia corre el riesgo de convertirse en un Estado paria si no actúa bien", dijo a la cadena de televisión Sky.
El primer ministro de Australia, Tony Abbott, dijo que había hablado "por la noche" con Putin por primera vez sobre el desastre. Al menos 27 pasajeros australianos iban a bordo del vuelo de Malaysia Airlines.
Abbott dijo que un equipo australiano de investigación estaba en Kiev pero que no había podido viajar al lugar del siniestro. Dijo que hubo alguna mejora, con el gobierno ucraniano ofreciendo acceso.
Después de dos días bajo el calor del verano, los cuerpos habían sido retirados de gran parte del lugar del siniestro el domingo, dejando sólo camillas militares manchadas de sangre junto a la carretera.
Ucrania acusó a los rebeldes separatistas de ocultar pruebas relacionadas con la pérdida del avión, mientras que un líder separatista prorruso dijo que algunos elementos, entre los que podrían estar las "cajas negras", estaban ahora en manos de los rebeldes.
Investigadores de la agencia de aviación de la ONU llegaron a Ucrania, pero un alto cargo dijo que había cuestiones de seguridad que les impedían llegar al sitio.
Kerry dijo que Estados Unidos ha visto traslados de aprovisionamientos a Ucrania desde Rusia en el último mes, incluido un convoy de 150 vehículos de vehículos blindados, tanques y lanzacohetes entregados a los separatistas.
También interceptó conversaciones sobre la transferencia a los separatistas del sistema de misiles ruso guiado por radar SA-11, al que se culpa de la destrucción del Boeing 777.
(Información adicional de Peter Graff en Hrabove, Pavel Polityuk, Natalia Zinets y Elizabeth Piper en Kiev, Jim Loney, Doina Chiacu, Ayesha Rascoe and Mark Hosenball en Washington, Michelle Nichols en Naciones Unidas, Allison Lampert en Montreal, Lincoln Feast y Jane Wardell en Sydney, William James en Londres y Nicholas Vinocur en París; Escrito por Giles Elgood y David Stamp; traducido por Raquel Castillo en Madrid y la Mesa de Santiago de Chile)