Por Ahmed Rasheed y Maggie Fick
BAGDAD (Reuters) - El parlamento de Irak no consiguió el domingo acabar con un punto muerto político que está retrasando la formación de un nuevo gobierno que haga frente a la insurgencia liderada por los islamistas a menos de 80 kilómetros de Bagdad.
Después de una breve sesión, responsables parlamentarios retrasaron hasta el martes sus esfuerzos para llegar a un acuerdo entre políticos chiíes, suníes y kurdos sobre los cargos de primer ministro, presidente y presidente del parlamento.
El primer ministro, Nuri al Maliki, cuya coalición Estado de Derecho cuenta con la mayor lista individual en el parlamento, está buscando un tercer mandato, pero se enfrenta a la oposición de suníes y kurdos que dicen que ha gobernado para la mayoría chií a expensas de las comunidades minoritarias. Incluso los partidos chiíes rivales quieren derrocar a Maliki.
La insurgencia liderada por los islamistas ha dado aún mas urgencia a la necesidad de resolver el 'impase' político. Se propagó por las provincias suníes del norte de Irak el mes pasado y se estancó a algo más de cien kilómetros de la capital. La caída de las ciudades suníes del norte ha alentado a los detractores de Maliki a intentar forzar su marcha.
El desacuerdo sobre el futuro de Maliki parecía estar bloqueando el progreso para los otros puestos políticos.
Suníes dijeron que el principal bloque suní proponía a Salim al Yaburi, un islamista moderado, como candidato a presidente del parlamento, pero acusó a Maliki de torpedear su propuesta al vincularla con su aceptación de su candidatura para un tercer mandato.
En 2011 se emitió una orden de arresto por cargos de terrorismo contra Yaburi, que en aquel momento estaba en el comité de derechos humanos del parlamento. Se había enfrentado a Maliki por abusos contra los prisioneros en cárceles especiales de la fortificada Zona Verde de Bagdad, donde se ubica el parlamento.
Los cargos se desestimaron después de las elecciones de abril entre rumores de que Yaburi apoyaría a Maliki para seguir como primer ministro. Pero Saleh Mutlaq, un destacado político suní, dijo que ese tipo de acuerdo sería rechazado por muchos de sus parlamentarios suníes cercanos.
"Hemos presentado a Salim al Yaburi y Maliki puso una condición: para aprobar a Yaburi como presidente del parlamento, él mismo debería ser aprobado como primer ministro", dijo. "Esto es algo que no aceptamos".
La élite política iraquí está bajo presión de Estados Unidos, Naciones Unidas y los mismos clérigos chiíes de Irak para que lleguen a un acuerdo para que los políticos puedan hacer frente a la insurgencia e impedir la fragmentación sectaria y étnica del país.
El enviado especial de la ONU a Irak, Nickolay Mladenov, dijo que el país podría quedar sumido en el caos si el parlamento no avanzaba en la formación del gobierno. Las muertes violentas el mes pasado sumaron más de 2.400, un nivel comparable con el peor derramamiento de sangre visto durante la guerra sectaria de Irak entre 2005 y 2008.
Un total de 233 de los 328 diputados acudieron a la breve sesión del domingo, una mejoría significativa respecto a la sesión del 1 de julio, a la que solo fueron un tercio.
Relacionados
- Irak debe formar gobierno o prepararse para el "caos" (ONU)
- Pedro Sánchez defiende que un expresidente del Gobierno no puede formar parte de empresas de "sectores estratégicos"
- Kerry urge a líderes kurdos a formar parte de un gobierno "inclusivo" en Irak
- La Presidencia de Irak inicia el proceso para formar un nuevo gobierno
- Al Maliki rechaza formar un gobierno de salvación nacional en Irak