Por Laila Bassam
BEIRUT (Reuters) - Un suicida mató a una persona e hirió a 37 en un ataque en un puesto de control en Líbano el viernes, que por poco no alcanzó a un alto cargo de seguridad que dijo ser objetivo de los extremistas islámicos.
La explosión ocurrió en el valle de Bekaa, cerca de la frontera siria, una zona donde los extremistas suníes libaneses opuestos al presidente sirio Bashar el Asad han realizado ataques en zonas bajo control del movimiento chií Hezbolá, favorable a Asad.
El responsable de seguridad general Abas Ibrahim, dijo que pasó a través del puesto de control en la autopista principal entre Beirut y Damasco minutos antes de que el suicida se inmolara, justo a 200 metros de su convoy.
"Escapamos milagrosamente", dijo Ibrahim a Reuters, que agregó que muchos oficiales en Líbano estaban siendo objetivo por la reactivación de "células terroristas durmientes".
"Pero los servicios de seguridad están preparados y en alerta para detenerlos y no nos convertiremos en otro Irak", dijo en referencia a los combates entre facciones chiíes y suníes en Irak, donde los extremistas suníes han avanzado en grandes extensiones de territorio.
Ibrahim, un chií que dirige la Dirección General de Seguridad de Líbano, dijo que responsables de seguridad tenían información de que extremistas suníes querían asesinarlo.
El fallecido era un agente de policía que estaba en el puesto de control. Los heridos eran sobre todo policías, aunque también civiles, que estaban en la zona.
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