Por Lanre Ola
MAIDUGURI, Nigeria (Reuters) - Presuntos milicianos islamistas vestidos como soldados capturaron y mataron a al menos 42 personas en un pueblo en el noreste de Nigeria, en una creciente escalada de la insurgencia que se dirige cada vez más a civiles, dijo una fuente policial.
Los tiroteos a las afueras de la ciudad de Maiduguri a última hora del miércoles se producen un día después de que las autoridades dijesen que asaltantes matasen a un gran número de personas en otros tres asentamientos en el estado de Borno, donde los insurgentes de Boko Haram lanzaron primero su campaña para instaurar un estado islamista.
Boko Haram ha intensificado su revuelta con ataques casi a diario desde que en abril ocupase titulares en la prensa de todo el mundo tras secuestrar a más de 200 estudiantes adolescentes en otra parte del país.
El secuestro masivo y la respuesta de Boko Haram a la ofensiva militar contra la organización, han aumentado la presión sobre el presidente Goodluck Jonathan, que se ha enfrentado regularmente a protestas en la calle de activistas que critican su respuesta a la crisis.
Jonathan ha aceptado la ayuda de Estados Unidos y otras potencias extranjeras alarmadas por la perspectiva de una mayor agitación social en la principal economía africana, que además produce petróleo, y su impacto en la frágil región. El estado de Borno limita con Níger, Chad y Camerún.
Los hombres armados vestidos con uniformes militares llegaron en tres vehículos, pidieron a los civiles que se reuniesen en la localidad de Bardari y después abrieron fuego, dijo una fuente policial a Reuters. "La gente no los pudo identificar como terroristas a tiempo".
Los insurgentes se marcharon después, cruzando un puente y plantando fuego a las casas del vecino pueblo de Kayamla, añadió la fuente.
"Boko Haram causó estragos en los pueblos. Quemaron casas y mataron a gente sin piedad después de engañar a los residentes", dijo Saleh Mohammed, miembro de Civil JTF - uno de los varios grupos de vigilantes que han surgido para tratar de defenderse.
Estos grupos de civiles se enfrentan a ataques vengativos de Boko Haram, que en los primeros días de su revuelta se centraba sobre todo en el Ejército y los objetivos gubernamentales.
Ningún grupo reclamó la responsabilidad de los últimos ataques. Boko Haram no tiene una línea directa de comunicación con la prensa occidental y su supuesto líder, Abubakar Shekau, solo reclama la autoría de los ataques de vez en cuando a través de vídeos enviados a periodistas locales.
Jonathan y el Ejército han dicho que están haciendo todo lo que pueden liberar a las niñas secuestradas, pero han advertido de que cualquier intento de devolverles la libertad por la fuerza podría poner en riesgo sus vidas, mientras que cualquier acuerdo o intercambio de prisioneros podría fomentar más secuestros.
El ministro británico de Exteriores, William Hague, será el anfitrión de una reunión de responsables africanos y occidentales en Londres la próxima semana para intensificar los esfuerzos para derrotar a Boko Haram, dijo el jueves su oficina.
