EL CAIROo (Reuters) - Un tribunal egipcio sentenció el sábado a diez años de prisión a más de 100 seguidores del derrocado presidente islamista de Egipto, Mohamed Mursi, acusados de asesinato y de incitación a la violencia, dijeron fuentes judiciales.
Los veredictos para los 102 acusados, dados a conocer antes de las elecciones presidenciales del 26 y 27 de mayo, tienen relación con las muertes ocurridas durante los enfrentamientos en El Cairo en julio del año pasado entre seguidores de los Hermanos Musulmanes de Mursi y fuerzas de seguridad.
Otros dos partidarios de los Hermanos Musulmanes que fueron acusados en el caso recibieron sentencias de siete años de cárcel, dijeron las fuentes. Sólo 35 de los acusados estuvieron presentes en la corte en el momento de la sentencia, los otros fueron juzgados en ausencia.
La violencia extremista ha escalado desde julio del año pasado, cuando el Ejército derrocó a Mursi y las autoridades lanzaron medidas para reprimir a sus seguidores entre los Hermanos Musulmanes. Miles de seguidores del movimiento han sido arrestados y cientos han muerto, mientras que sus líderes han sido sometidos a juicios.
Un tribunal egipcio sentenció el lunes a muerte al líder de los Hermanos Musulmanes y a 682 seguidores del partido, extendiendo su acometida contra el movimiento y generando críticas de Occidente.
Se espera que el ex jefe del Ejército de Egipto, Abdel Fattah al Sisi, que lideró las acciones que llevaron a la destitución de Mursi, obtenga la victoria en las presidenciales.
Egipto ha declarado a los Hermanos Musulmanes como un grupo terrorista, pero el movimiento islamista más antiguo del país sostiene que está comprometido con un activismo pacífico.
El viernes, dos bombas suicidas en la provincia egipcia del Sinaí sur causaron la muerte de un soldado y dejaron heridas a al menos ocho personas, mientras que otras dos bombas mataron a dos personas en El Cairo, dijeron fuentes oficiales.
Militantes islamistas asentados en el Sinaí han intensificado los ataques contra las fuerzas de seguridad desde que Mursi fuera derrocado, causando la muerte de cientos de personas en una insurgencia que crece con rapidez.
La violencia y las tensiones políticas han afectado a la industria del turismo, un pilar de la economía del país.