Por Aleksandar Vasovic
MARIUPOL Ucrania (Reuters) - Los separatistas prorrusos atacaron una base de la guardia nacional de Ucrania en una ciudad del este por la noche y Kiev dijo que tres de los militantes fueron asesinados, en un derramamiento de sangre que probablemente eclipsará las negociaciones de paz en Ginebra.
Diplomáticos de Ucrania, Rusia y occidentales llegaron a Suiza para las negociaciones, pero había poca esperanza de avances para resolver una crisis que ha visto a los combatientes prorrusos tomar grandes partes de Ucrania.
El presidente Vladimir Putin, que dio la vuelta a décadas de diplomacia después de la Guerra Fría el mes pasado al proclamar el derecho ruso a intervenir en países vecinos y anexionarse la región ucraniana de Crimea, dijo que estaba seguro de que Rusia y Ucrania alcanzarían un "entendimiento mutuo", añadiendo que ambos países tenían muchos intereses comunes.
Putin ha enviado a miles de soldados hacia la frontera.
Las muertes en el puerto de Mariupol tuvieron lugar mientras se producía una pequeña operación militar ucraniana para reconquistar territorio a los rebeldes prorrusos que acabó en fracaso, con algunos soldados rendidos.
El ministro del Interior Arsen Avakov dijo que un grupo armado de unos 300 separatistas atacó la base de la guardia nacional de Mariupol con armas y cócteles molotov. Tres separatistas murieron en un tiroteo y 13 personas resultaron heridas, añadió.
"Dada la agresiva naturaleza del ataque a la base, un grupo del Ministerio del Interior ha sido reforzado por fuerzas especiales Omega. Se han enviado helicópteros", dijo.
Los separatistas controlan edificios de unas 10 ciudades del este de Ucrania desde que iniciaron su pulso el 6 de abril. Kiev teme que Moscú, que reivindica su derecho a usar la fuerza militar para proteger a sus seguidores, pueda ver las muertes como un pretexto para lanzar una invasión.
El miércoles, un intento militar ucraniano de reconquistar algunas ciudades fue ridiculizado, cuando los prorrusos se hicieron con algunos de sus vehículos blindados.
Europa y Estados Unidos amenazan a Rusia con más sanciones a menos que muestre en las conversaciones de Ginebra que quiere reducir la escala del conflicto.
El derramamiento de sangre ha sido limitado por el momento. El domingo murieron dos personas, entre ellas un miembro de las fuerzas de seguridad ucranianas.
En una entrevista con la CBS, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, empleando palabras no escuchadas desde la Segunda Guerra Mundial, dijo que su país tenía unas fuerzas militares convencionales más fuertes que las de Rusia, y que ninguno deseaba un conflicto.
"No necesitamos una guerra", dijo.