SEBASTOPOL, Ucrania (Reuters) - La canciller alemana, Angela Merkel, habló el domingo con el presidente ruso, Vladimir Putin, para decirle que los planes de realizar un referéndum en la región ucraniana de Crimea sobre una incorporación a Rusia son ilegales y violan la constitución de su vecino país.
Putin defendió las medidas separatistas de los líderes de Crimea, donde las fuerzas rusas han intensificado su control al capturar otro puesto fronterizo.
Mientras miles de personas realizaban manifestaciones rivales en Crimea, la violencia callejera se agudizaba en la ciudad de Sebastopol, donde activistas pro Rusia y cosacos atacaron a un grupo de ucranianos.
La intervención de las fuerzas rusas en la península del mar Negro hasta ahora no ha generado derramamientos de sangre, pero las tensiones aumentaron tras la decisión de comunidades a favor de Rusia de poner a Crimea bajo el Gobierno del Kremlin.
El domingo, fuerzas prorrusas que vestían uniformes militares sin identificación tomaron control de un aeropuerto militar de Crimea cerca de la localidad de Saki, dijo un portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania en la península.
La operación para ocupar Crimea comenzó después de que el expresidente ucraniano Viktor Yanukovich huyera del país el mes pasado. Yanukovich fue destituido por el Parlamento ucraniano después de tres meses de protestas contra su decisión de rechazar un pacto de libre comercio con la Unión Europea para estrechar sus relaciones con Rusia.
El primer ministro de Ucrania, Arseny Yatseniuk, conversará el miércoles en Washington con el presidente Barack Obama sobre una manera de hallar una solución pacífica a la crisis, dijo la Casa Blanca.
Un responsable de seguridad nacional de Obama dijo que Estados Unidos no reconocería la incorporación de Crimea a Rusia si los residentes deciden dejar Ucrania en el referendo de la semana próxima.
"No lo reconoceremos, y tampoco lo hará buena parte de la comunidad internacional", dijo el asesor adjunto de seguridad nacional Tony Blinken.
NEGOCIACIONES DE BERLIN
Putin declaró hace una semana que Rusia tenía derecho a invadir Ucrania para proteger a sus ciudadanos, y su Parlamento votó a favor de modificar la ley para facilitarle anexionarse el territorio habitado por ruso parlantes.
En declaraciones por teléfono a Merkel y al primer ministro británico, David Cameron, Putin dijo que las medidas tomadas por las autoridades de Crimea estaban "basadas en la ley y buscaban garantizar los legítimos intereses de la población de la península", indicó el Kremlin.
Sin embargo, un comunicado del Gobierno alemán dijo que el referéndum era ilegal. "Llevarlo a cabo viola la constitución ucraniana y la ley internacional".
Merkel también lamentó la falta de progresos en la formación de un "grupo internacional de contacto" que busque una solución política a la crisis de Ucrania y dijo que la iniciativa debería concretarse con urgencia.
El jueves, Merkel afirmó que si no se formaba un grupo de contacto en los próximos días y no hay avances en las negociaciones con Rusia, la Unión Europea podría emitir severas sanciones contra Moscú, como restricciones de viaje y congelamiento de activos.
Merkel, cuyo país depende del crudo y el gas rusos, hasta ahora ha sido más cautelosa que otras naciones, instando a los socios occidentales a dar a Putin más tiempo antes de penalizar a Moscú con sanciones económicas.
La postura refleja el temor de Alemania a las consecuencias geopolíticas de aislar a Rusia, dados los enormes intereses de negocios con Moscú y los lazos de cooperación energética.
En otra acción armada del fin de semana, los rusos tomaron control de un puesto fronterizo ucraniano en el extremo occidental de Crimea cerca de las 04:00 GMT del domingo, dejando atrapados dentro a 15 efectivos, dijo un portavoz de la guardia militar.
El portavoz, Oleh Slobodyan, dijo que las fuerzas rusas ahora controlan 11 puestos fronterizos en Crimea, un exterritorio ruso que alberga a la flota del mar Negro de Moscú y que cuenta con una población de mayoría rusa.
En una base militar ucraniana en Yevpatoriya, ubicada sobre la costa occidental de Crimea, había noticia de que las fuerzas rusas habían emitido un ultimátum para rendirse o de lo contrario serían atacados.
La amenaza quedó sin ser cumplida, como ha sucedido en otras instalaciones del Ejército ucraniano a lo largo de Crimea.
"Ellos nos están presionando psicológicamente. No es el primer ultimátum", dijo el teniente coronel Alexander Lomaka a Reuters por teléfono, y afirmó que las fuerzas rusas no le permitían salir de la base.
/Por Alissa de Carbonnel/