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El líder de Corea del Norte debería tener que responder "por atrocidades"

GINEBRA (Reuters) - Los responsables de seguridad de Corea del Norte y posiblemente el propio líder supremo del aislado país, Kim Jong-un, deberían enfrentarse a la justicia internacional por ordenar torturas sistemáticas, inanición y asesinatos masivos que bordean el genocidio, según dijeron el lunes investigadores de la ONU.

Los investigadores dijeron a Kim en una carta que van a recomendar a Naciones Unidas que lleve a Corea del Norte ante la Corte Penal Internacional (CPI), con el objetivo de asegurar que los culpables, "incluido posiblemente usted mismo", respondan ante la justicia.

Corea del Norte negó "categórica y totalmente" el informe, que calificó de un "producto de la politización de los derechos humanos por parte de la UE y Japón, en alianza con la política hostil de Estados Unidos".

La advertencia pública sin precedentes y la increpación a un jefe de Estado por parte de una comisión de investigación de la ONU probablemente complicarán los esfuerzos para persuadir al país de que contenga su programa de armas nucleares y sus beligerantes confrontaciones con Corea del Sur y Occidente.

Los investigadores de la ONU dijeron que también han dicho a China, principal aliado de Kim, que podría estar "ayudando y favoreciendo crímenes contra la humanidad" al devolver a inmigrantes y desertores a Corea del Norte, donde afrontan la tortura y la ejecución, un cargo que las autoridades chinas han rechazado.

Dado que llevar al país ante la CPI está considerado como improbable, puesto que China probablemente vetaría cualquier paso de las potencias occidentales en el Consejo de Seguridad de la ONU, se está pensando crear una especie de tribunal especial para Corea del Norte, según dijeron fuentes diplomáticas y de la ONU a Reuters.

"Hemos recopilado todos los testimonios y no podemos parar y esperar diez años. La idea es continuar trabajando", dijo uno.

"REMINISCENCIA DE LAS ATROCIDADES NAZIS"

Michael Kirby, presidente de la Comisión de Investigación independiente, dijo a Reuters que los crímenes que el equipo ha catalogado en un informe de 372 páginas recuerdan los cometidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

"Algunos de ellos son increíblemente similares", dijo.

"Hay testimonios en relación con campos de prisioneros políticos formados por gran número de personas desnutridas, que mueren de hambre y luego han de ser quemados y entregados. Otros prisioneros de los campos están a cargo de deshacerse de los cadáveres", dijo.

El informe de los investigadores independientes, que tiene el tamaño de una guía telefónica, hace una lista de atrocidades como asesinatos, torturas, violaciones, secuestros, esclavitud, inanición y ejecuciones.

"La gravedad, escala y naturaleza de estas violaciones muestra a un estado que no tiene paralelismo en el mundo contemporáneo", dijo.

Los hallazgos salieron tras una investigación de un año en la que testificaron desertores, incluidos algunos exguardias de campos de prisioneros, en vistas celebradas en Corea del Sur, Japón, Reino Unido y Estados Unidos.

Entre los desertores se encuentra Shin Dong-hyuk, quien detalló su angustiosa vida y huída de un campo de prisioneros. Con 13 años, informó a un guardia de que su madre y hermano planeaban escapar y ambos fueron ejecutados, según un libro sobre su vida titulado en inglés "Escape from Camp 14" (Huida del campo 14).

La misión diplomática norcoreana en Ginebra rechazó el resultado poco después de hacerse públicos.

"Continuaremos respondiendo fuertemente para poner fin a cualquier intento de cambio de régimen y presión bajo el pretexto de la 'protección de los derechos humanos'", dijo.

"INANICIÓN DELIBERADA"

Los abusos fueron perpetrados principalmente por responsables oficiales en estructuras que respondían en último término ante Kim - seguridad estatal, el Ministerio de Seguridad, el Ejército, los jueces y el Partido de los Trabajadores de Corea -, según los investigadores, encabezados por Kirby, un presidente jubilado de la Corte Suprema de Australia.

"Está abierto a conclusiones que los responsables están, en algunas instancias, actuando bajo su control personal", escribió Kirby en una carta de tres páginas a Kim publicada dentro del informe.

El equipo recomendó sanciones concretas de la ONU contra responsables civiles y mandos militares sospechosos de los peores delitos. No dio ningún nombre, pero dijo que había reunido una base de datos de sospechosos a partir de pruebas y testimonios.

Pyongyang ha usado la comida "como medio de control sobre la población" e "inanición deliberada" para castigar a presos políticos y ordinarios, según el equipo de 12 investigadores.

La penetrante vigilancia estatal acabó con toda la disidencia. Los cristianos eran perseguidos y las mujeres se topaban con una discriminación patente. Las personas que eran enviadas a campos de prisioneros no tenían esperanza de ser liberados.

Los investigadores no pudieron confirmar las acusaciones de "pruebas médicas horripilantes de armas químicas y biológicas" contra presos políticos, pero dijo que quería investigar más.

El exterminio de presos políticos en las últimas cinco décadas podría equivaler a genocidio, según el informe, aunque la definición legal de genocidio normalmente se refiere a la muerte de gran parte de un grupo nacional, étnico o religioso.

Los inmigrantes y desertores repatriados por parte de China regularmente afrontan torturas, detención, ejecuciones sumarias y aborto forzado, según el texto.

Kirby advirtió al encargado de negocios de China en Ginebra, Wu Haitao, en una carta el 16 de diciembre que las repatriaciones forzadas podrían suponer "ayudar y favorecer crímenes contra la humanidad", dijo.

Wu, en una respuesta publicada en el informe, dijo que el hecho de que algunos inmigrantes ilegales norcoreanos hayan podido volver a entrar en China tras ser devueltos mostraba que las acusaciones de tortura no eran ciertas.

"La DPRK (Corea del Norte) ha sido vista por el Consejo de Seguridad únicamente como un tema de proliferación nuclear", dijo Julie de Rivero, de Human Rights Watch, a Reuters.

"Esto (el informe) coloca los derechos humanos en la DPRK en el mapa, lo que no había pasado antes, y esperemos que obligue a la ONU y la comunidad internacional a responder a no sólo un amenaza de seguridad", añadió.

/Por Stephanie Nebehay y Tom Miles/

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