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Concluye sin avances la primera ronda de negociaciones de paz sobre Siria

GINEBRA (Reuters) - Una primera ronda de negociaciones para poner fin a la guerra civil en Siria concluyó sin avances el viernes, cuando la delegación del Gobierno no se comprometió a participar en un nuevo encuentro en diez días.

En tanto, Estados Unidos y Rusia chocaron por el ritmo al que Siria está entregando el arsenal químico para su posterior destrucción.

Washington acusa a Damasco de demorar el plan y querer postergarlo entre seis y ocho semanas más de lo previsto, mientras que Moscú -aliado del presidente sirio Bashar el Asad- rechaza la acusación de Estados Unidos.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que las autoridades sirias no tenían excusa para retrasar los envíos de armas químicas pautados en un acuerdo el año pasado.

Rusia señala que Asad actúa "de buena fe" y que sigue siendo viable el plazo del 30 de junio para eliminar los agentes químicos.

El mediador de Naciones Unidas Lajdar Brahimi, quien buscó incansablemente un acuerdo de paz que otros diplomáticos consideran una "misión imposible", dijo que la delegación opositora regresaría para otra cita el 10 de febrero.

Pero los representantes del Gobierno de Asad le dijeron que debían chequear primero con Damasco antes de confirmar su regreso, tras una primera serie de conversaciones que duró una semana.

"No me dijeron que estén pensando en no venir. Al contrario, dijeron que vendrán pero necesitan chequearlo", afirmó Brahimi en una rueda de prensa en Ginebra.

El mediador dio una lista de diez puntos que creía que ambas partes habían acordado en las conversaciones y dijo que había más puntos en común de los que ambos lados reconocían.

POSICIONES ENCONTRADAS

Con todo, ninguna de las dos partes ha cedido ni un ápice en sus posiciones más importantes: la oposición quiere que las conversaciones se centren en una administración de transición que retire a Asad del poder.

El Gobierno, por su parte, quiere conversar sobre la lucha contra el "terrorismo", término que usa para referirse a todos sus enemigos armados.

"El progreso es de hecho muy lento, pero las partes se han comprometido de manera aceptable", dijo Brahimi.

El ministro sirio de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem, responsabilizó de la falta de resultados tangibles a lo que calificó como la inmadurez de la delegación de la oposición y sus "amenazas de desbaratar" las conversaciones, además de la interferencia de Estados Unidos.

Mualem indicó que no había presión de Rusia sobre su delegación, pero sí que existía una coordinación entre Damasco y Moscú.

Las expectativas de un avance sobre los temas políticos habían sido siempre escasas en las conversaciones, las primeras entre representantes de Asad y sus enemigos en una guerra que ya dejó 130.000 muertos y ha forzado a un tercio de la población a dejar sus hogares.

Ambas partes tampoco pudieron alcanzar objetivos más modestos, como un acuerdo para permitir la entrada de caravanas de ayuda a Homs, la tercera mayor ciudad de Siria, donde miles de civiles están atrapados sin acceso a comida y medicamentos.

"Se habló ampliamente de Homs, aunque desafortunadamente todavía no hubo avances", dijo Brahimi.

Subrayando las incesantes matanzas, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo de supervisión con sede en Reino Unido, dijo que 1.870 personas habían muerto durante la semana de conversaciones, incluyendo a 450 civiles y 40 que murieron por el acceso inadecuado a alimentos y medicamentos en áreas asediadas por soldados del Gobierno.

Con pocos logros sustanciales, los diplomáticos dicen que ahora la prioridad es mantener el proceso en marcha con la esperanza de que las posiciones más duras se suavicen con el tiempo.

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