La Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado este viernes un presupuesto de 5.530 millones de dólares (algo más de 4.000 millones de euros) para la ONU para el ejercicio 2014-2015, un 1 por ciento menos que el gasto total registrado en los dos años previos.
El nuevo presupuesto bienal incluye un recorte de personal del 2 por ciento --unos 221 puestos de trabajo-- y la congelación de los salarios durante un año.
El llamado presupuesto estructural de la ONU no incluye a las fuerzas de paz, que actualmente representan más de 7.000 millones de dólares al año y cuyo gasto se negocia en forma separada, o los costes de varias agencias importantes del organismo internacional, que son financiados por contribuciones voluntarias de países miembros.
Al igual que en años anteriores, las negociaciones del presupuesto bienal estuvieron marcadas por las disputas entre países pobres buscando elevar el gasto de la ONU en desarrollo y países desarrollados que intentan controlar costes mientras luchan por reducir el gasto en sus propios presupuestos nacionales.
El embajador de Fiji ante Naciones Unidas, Peter Thomson, ha tomado la palabra en representación del Grupo de los 77 --compuesto por países en desarrollo-- y ha señalado que el presupuesto 2014-2015 "representa lo mejor que se puede obtener en este momento de austeridad en la economía mundial".
En cualquier caso, el diplomático ha señalado que el G77 respalda el presupuesto "con profunda preocupación", al entender que la austeridad presupuestaria "podría afectar negativamente al desarrollo, baluarte del trabajo de Naciones Unidas".
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