
El magnate del juego Sheldon Adelson, que de la mano de Esperanza Aguirre e Ignacio González aspira a instalar Eurovegas en España, ha criticado la política exterior del presidente de EEUU, Barack Obama, y ha dado su receta para negociar un desarme de Irán: bombardear con armas atómicas este país de Oriente Medio. El Gobierno buscará "fórmulas" en favor de Eurovegas
En una charla en la Yeshiva, universidad judía de Nueva York, Adelson explicó los pasos que daría él para negociar con el régimen de Teheran. El empresario, uno de los principales donantes del Partido Republicano, lo tiene claro: "¿De qué vamos a negociar? Lo que les diría es: 'Mira, ves ese desierto de ahí, pues quiero enseñarte algo'. Entonces, coges el teléfono, llamas a alguien en algún lugar de Nebraska y les dices: 'De acuerdo, adelante'. Y ahí va una bomba atómica, misiles balísticos, en el medio del desierto, donde no hieren a un alma. Quizá un par de serpientes de cascabel o escorpiones. Y, entonces, le dices: "¿Ves? El siguiente va a ir al centro de Teherán. Estamos hablando en serio. ¿Queréis ser borrados del mapa? Seguid adelante y poneros duros con vuestro proyecto nuclear. ¿Quieren vivir en paz? Abandonen y le garantizamos que puede tener una planta nuclear eléctrica, energética'. Es lo único que entienden", zanjó.
Rico, agresivo y simpatizante judío
Hijo de taxista, el magnate que lidera el proyecto Eurovegas, Sheldon Adelson, de 79 años, es uno de los estadounidenses que más dinero ha hecho en menos tiempo, cuenta con una fortuna de 25.000 millones de dólares y es temido por su "agresiva forma de hacer negocios", según expertos del sector. El decimocuarto hombre más rico del mundo, según Forbes, es también un activo judío que ha donado millones de dólares a organizaciones pro-israelíes y que ha contribuido con enormes cifras de dinero a la campaña de los republicanos en la actual carrera presidencial estadounidense.
Adelson (pronunciado "Addulson") es "una persona con quien es difícil trabajar y muy mandón", relató a Efe Bill Eadington, director del Instituto para el Estudio del Sector del Juego y que trata a menudo con extrabajadores del magnate. Apasionado de los aviones y propietario de varios jet privados, también es un hombre extravagante y de humor ácido: antes del verano, un inversor le preguntó por el proyecto español y él dijo que, de España, le encantan la comida y las tapas.
"Adelson fue el multimillonario que se enriqueció más rápido, al menos desde los ochenta", destacó a Efe Peter Bernstein, coautor de un libro que en 2008 analizó las historias de los hombres más ricos del país. Entre 2004 y 2005, en tan solo un año, su riqueza creció un 283,3 %. "Ciertamente, es un ejemplo del sueño americano en el sentido de que ha empezado de la nada y se ha hecho muy rico", subrayó.
Hijo de emigrantes judíos de la Europa del Este, Adelson es considerado un hombre hecho a sí mismo y con visión empresarial desde niño. Creció en una casa de tan solo una habitación, abandonó los estudios, con 12 años vendía periódicos y con 16 montó un negocio con máquinas de gominolas, según la revista The Atlantic. Con los años también vendería material de aseo para hoteles junto a su hermano y estuvo en el negocio de las hipotecas.
Pese a no entender de ordenadores, él y un par de amigos de su barrio de Boston, que se hacían llamar "los chicos", montaron en los ochenta Comdex, una feria de informática que durante un par de décadas tuvo fuerza en Las Vegas, recordaba The New York Times. En Las Vegas, la llamada "ciudad del vicio", fue donde Adeldon protagonizó su verdadero ascenso, que lo enriqueció hasta competir con Bill Gates y Warren Buffett por ser el hombre más rico de Estados Unidos.