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Golpe de Estado en Egipto: el Ejército tumba al presidente Mursi y toma el poder

Celebración a las afueras del palacio presidencial de El Cairo. Imagen: EFE

El ultimátum del Ejército egipcio para que el presidente Mohamed Mursi abandonase el poder no pudo tener un desenlace más inquietante: golpe de Estado y toma del mando por parte de los militares. Se abre ahora "un periodo transitorio" hasta la convocatoria de nuevas elecciones, en el que Adly Mansur, el presidente del Tribunal Constitucional, será el presidente interino y la Constitución ha quedado suspendida. El minuto a minuto del golpe de Estado

Sin embargo, el hasta ahora presidente de Egipto rechazó su derrocamiento y solicitó a la población civil y a los miembros del Ejército que "se ciñan a la ley y a la Constitución y que no acepten el golpe de Estado", que a su juicio "lleva a Egipto hacia atrás".

Con los tanques ya en las calles, el jefe del Ejército, Abdel Fattah al Sisi, tomó la palabra en la televisión estatal para anunciar pasadas las nueve de la noche que Mursi ya no era presidente del país. De inmediato, la multitud reunida en la plaza Tahrir de El Cairo celebró con algarabía las palabras de Al Sisi.

El brazo político de los Hermanos Musulmanes, el Partido Libertad y Justicia, declaró sin embargo que "la conspiración contra la legitimidad y la voluntad popular devuelve a Egipto al despotismo". Denunció asimismo que varios canales de televisión islamistas fueron cerrados instantes después de anunciar el golpe de Estado.

La resistencia de Mursi

Mursi recordaba por la mañana que su elección fue democrática y se negaba a marcharse. El acuerdo no fue viable finalmente y ambos bandos declaraban que estaban dispuestos a dar la vida antes que ceder posiciones. El Ministerio de Exteriores español aconseja "muy seriamente" aplazar cualquier viaje a Egipto.

En el cerco a Mursi también se alinearon el líder opositor Mohamed ElBaradei, el papa de los cristianos coptos, Tawadros II, y el jeque de la mezquita de Al Azhar, máxima autoridad religiosa suní, Ahmed el Tayeb, que solicitaron la convocatoria de elecciones presidenciales.

El Tayeb y Tawadros apoyaron el derrocamiento de Mursi en un breve mensaje transmitido por televisión después de que Al Sisi anunciase la suspensión de la Constitución.

El papa copto aseguró que el plan de las Fuerzas Armadas tiene visión política y garantizará la seguridad de todos los egipcios. Por su parte, ElBaradei aseguró que la caída de Mursi supone el inicio de una "nueva era" para la revolución iniciada en 2011 con la dimisión de Hosni Mubarak, según informaba el diario Al Ahram.

Ni Mursi ni los Hermanos Musulmanes podrán salir de Egipto, según informaron a Afp fuentes de seguridad. Funcionarios del aeropuerto de El Cairo también confirmaron haber recibido la orden de impedir que los líderes islamistas, entre ellos Mohammed Badie y el número dos, Khairat al-Chater, salgan del país.

La sombra del terrorismo

El hermano del líder de la organización terrorista Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, prometió lanzar una campaña de resistencia armada. "Solicitamos a todo el mundo que no tema ni dude. Garantizamos a Hermanos Musulmanes que no perderemos bajo ninguna circunstancia", declaró Mohamed al Zawahiri, que encabeza el Movimiento Yihadista Salafista egipcio.

El presidente Mursi, perteneciente a la organización islamista de los Hermanos Musulmanes, ganó las elecciones el 24 de junio de 2012 y se convirtió en el primer presidente egipcio elegido democráticamente. El 30 de junio asumió el poder, cuando se cumplía más de un año de la primavera árabe.

Pero el desgaste de Mursi ha sido evidente. Él mismo reconocía este lunes que había cometido errores y abogaba por el "diálogo nacional". El giro islamista de su programa gubernamental ha desatado las protestas al cumplirse el primer año de su mandato. Desde que las plazas volvieron a llenarse, al menos 20 personas han muerto en enfrentamientos entre opositores y partidarios del Gobierno.

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