
"Es la tercera manifestación del Gobierno sobre este tema en varias semanas; eso quiere decir que van en serio", se felicita un banquero parisino. Desde hace algún tiempo, los operadores de mercado, banqueros de negocios y analistas tienen la mirada puesta en la cartera de participaciones del Estado. Después de Safran y EADS, de las que Bercy ha cedido respectivamente el 3,1% y 2,1% desde marzo, recuperando de paso 1.100 millones de euros en ingresos, ¿cuál será la próxima firma de la lista?
La intervención del primer ministro Jean-Marc Ayrault el 12 de mayo ha vuelto a disparar las apuestas. "Creemos que en un cierto número de empresas públicas cuya tasa de participación del Estado es muy importante, podremos desbloquear una parte para financiar la inversión", dijo Ayrault. "No es una vuelta a las privatizaciones, sino una buena gestión del capital del Estado, que mantiene su papel de estratega", indicó en una entrevista televisada el ministro de Economía, Pierre Moscovici.
De la especulación al rumor
Con una cartera de participaciones cotizadas del Estado que supera los 60.000 millones de euros, las especulaciones van a toda marcha, incluso si muchas líneas anuncian, en realidad, minusvalía. A principios de abril, tras las declaraciones de Arnaud Montebourg a la prensa americana, todas las miradas se volvieron hacia EDF, de la que el Estado posee aún casi el 85%, y hacia GDF Suez, con el 36%. "En algunas empresas tenemos por ejemplo el 36% de participación. Podemos pasar al 33%. ¿Qué ha cambiado?", se preguntaba el ministro de Reconstrucción Productiva antes de que Bercy atemperara sus propósitos.
Otras participaciones también están sujetas al rumor. Desde hace unas semanas se habla de Aeropuertos de París (ADP), propiedad del Estado en más del 54% y cuyas acciones han progresado mucho desde principios de año pero las cifras en cuestión siguen siendo modestas.
Las cesiones podrían afectar también a empresas no cotizadas de las que el Estado es accionista. "No hay tabúes", explica un asesor de Bercy. "La doctrina del Estado accionista debe precisarse de aquí al proyecto de ley de Finanzas de 2014. La idea es ver en qué condiciones se pueden aligerar determinadas participaciones sin comprometer los objetivos y la influencia del Estado. Pragmático, el Estado podrá disminuir su presencia en el capital de empresas estratégicas como EDF, aunque también allí donde su influencia es más limitada, como en France Télécom. "A partir del 20%, la comisión de participaciones y transferencias nos ayuda de todos modos a formarnos una opinión", explican desde Bercy.
¿Cuánto espera recuperar el Estado mediante la cesión de participaciones? No se ha definido ninguna cantidad. Las cesiones de participación, que no pueden alimentar los gastos corrientes de los ministerios, deberán financiar necesariamente las inversiones en fondos propios del Estado. Financiarán sobre todo la nueva ola de inversiones de futuro (los 35.000 millones de euros del plan Sarkozy están prácticamente garantizados), que tampoco se ha cifrado. El jefe del Estado ha mencionado un plan de inversiones con un horizonte de diez años, cuyos grandes ejes son los del plan de la competitividad: "Digital, transición energética, sanidad, grandes infraestructuras y, en un sentido general, las nuevas tecnologías".
Aun así, se movilizarán otros recursos aparte de las cesiones para financiar la inversión, como la reorientación del ahorro financiero. A corto plazo, las cesiones de participación tendrán que financiar también el presupuesto de Defensa, que prevé casi 6.000 millones de euros en ingresos extrapresupuestarios.
El plan de inversión digital
Las cesiones de activos del Estado se sumarán a la financiación del plan digital, según ha explicado Jean-Marc Ayrault. El plan, anunciado el 28 de febrero, promete sobre todo una banda ancha altísima para todos de aquí a diez años mediante una "combinación" tecnológica adaptada a la topografía de cada región y una suma de 20.000 millones de euros financiada mediante la inversión pública y privada.
En total, se han redactado 18 propuestas dentro de la hoja de ruta digital, que deberán presentarse en el Parlamento a principios de 2014. Entre las medidas se encuentra, sobre todo, el refuerzo de la protección de datos personales en Internet, la lucha contra la evasión fiscal, la ayuda a las pymes innovadoras, el desarrollo de la educación digital, etc. El Ejecutivo ha anunciado la formación de al menos 150.000 profesores en aplicaciones digitales de aquí a 2016.
Esfuerzos en gasto público
Desde el Gobierno también se ha reflexionado en torno a la flexibilidad de Bruselas en cuanto al calendario de vuelta a un déficit del 3% del Producto Interior Bruto. François Hollande y Jean-Marc Ayrault han insistido no obstante en que las reducciones previstas del gasto tendrán que llevarse a cabo. "En 2012, el gasto público ha sido estrictamente idéntico a lo previsto. Volveremos a realizar el mismo esfuerzo en 2013 y más aún en 2014, al menos por parte del Gobierno", ha señalado el jefe del Estado.
El primer ministro insiste en que "no debe haber ambigüedades; el control de los gastos, teniendo en cuenta el esfuerzo fiscal que hemos pedido a los franceses y que no aumentaremos más aparte de los nichos fiscales, es indispensable. El presupuesto de 2014 tendrá que poner en marcha los ahorros previstos en mi carta de síntesis". Las medidas se anunciarán en un mes en lo que respecta a las prestaciones familiares. "La seriedad presupuestaria y la cooperación con nuestros socios nos permiten fomentar el apoyo al crecimiento en Europa y Francia", considera Ayrault.
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