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Conferencia de Roma: los líderes internacionales piden el alto el fuego y el envío de ayuda humanitaria a Líbano

Puente destruido por los bombardeos israelíes en los suburbios de Beirut. Foto:Hussein Malla
Los asistentes a la conferencia internacional sobre la crisis libanesa celebrada en Roma se han comprometido a trabajar urgentemente por un alto el fuego "duradero, permanente y sostenible" en Líbano.

"Los participantes en la conferencia de Roma expresan su determinación a trabajar inmediatamente para alcanzar con la mayor urgencia un alto el fuego que ponga fin a la actual violencia y hostilidades", se ha dicho en la declaración conjunta, leída por el ministro de Asuntos Exteriores italiano, Massimo D'Alema.

El ministro italiano también ha transmitido el compromiso de los participantes a "dar ayuda humanitaria inmediata al pueblo libanés" y ha invitado a Israel "a permitir entrada de ayuda humanitaria en Líbano".

En la conferencia ha participado una amplia delegación libanesa de máximo nivel encabezada por el jefe del Gobierno de Beirut, Fuad Siniora, mientras que no ha habido representación israelí.

A la conferencia también han asistido representantes de la UE, EEUU, España, Francia, Italia, Gran Bretaña, Alemania, Rusia, Arabia Saudí, Egipto, Canadá y Finlandia, así como la ONU y el presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz. Por parte de la UE asisten, además del Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana; el ministro finlandés de Asuntos Exteriores, Erkki Tuomioja, que representa a la presidencia de turno, y la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner.

Ataque aparentemente deliberado

Al inicio de la conferencia se ha producido un minuto de silencio y la condena internacional al ataque de Israel contra un puesto de los "cascos azules" en el sur del Líbano. En él había cuatro observadores de nacionalidad china, canadiense, austríaca y finlandesa y el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha considerado este ataque como "aparentemente deliberado".

Annan, que también ha acudido a la reunión de Roma, se mostró anoche "conmocionado y profundamente desolado" por el suceso, pidió al Gobierno de Israel una investigación "sobre este incidente perturbador".

El Gobierno israelí, por su parte, expresó a Annan su "profundo pesar" por la muerte de los observadores y aseguró que se trató de un error.

Irán y Siria, los más reclamados

Annan también ha insistido en la importancia de "encontrar un marco político de entendimiento", y subrayó la necesidad de "implicar a Irán y Siria" para la resolución del conflicto. También ha apoyado el envío de una fuerza internacional "que ayude a estabilizar el Líbano y al Gobierno del Líbano, a preparar su tropas y extender su autoridad en el territorio".

Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, ha coincidido en que Siria también tiene "responsabilidad" a la hora de solucionar la crisis, e insistido en que este país debe respetar las resoluciones de la ONU que establecen el respecto de la soberanía e independencia política de Líbano.

Nueva ocupación desde 2000

Israel, según expresó su ministro israelí de Defensa, Amir Peretz, ayer a la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, creará una "zona de seguridad" en el sur del Líbano, al menos hasta que una fuerza multinacional mantenga un alto el fuego y alejada de la frontera a la milicia de Hizbulá.

De crearse esa "zona de seguridad", sería la segunda ocupación de una región de la que Israel salió de forma precipitada el 24 mayo de 2000, tras 22 años de ocupación.

Nuevas amenzas

En la actualidad, durante los quince días de bombardeos graneados de la aviación, la Fuerza Naval y la artillería, y de las operaciones por tierra en el sur libanés, Israel no ha logrado neutralizar a la guerrilla chií, que disparó en las últimas dos semanas cerca de 2.500 de sus cohetes contra el norte del país.

El líder de Hizbulá, Hasan Nasralá, amenazó el martes con atacar también Tel Aviv y otras localidades en el centro de Israel, donde reside la mayor parte de los habitantes del país.

El viceprimer ministro israelí, Simón Peres, replicó hoy con un "no debemos responder a lo que dice Nasralá como si fuese cierto pero tenemos que defendernos como si lo fuera".

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