
El reciente eje formado por Mariano Rajoy, presidente de España, junto con sus homólogos en Francia e Italia cuenta con el beneplácito del gobierno de Estados Unidos. De hecho, a este lado del Atlántico mueve ficha y ve con buenos ojos que los miembros más perjudicados por la crisis se distancien del puño de hierro de la canciller alemana Angela Merkel, quien pierde aliados tanto dentro como fuera de las fronteras europeas en lo que a austeridad se refiere.
"Una vez que la estabilidad financiera está bien afianzada, hay que centrarse en un reto muy importante, que es el de reactivar el crecimiento y el aumento de la demanda. Y ese creo que es el debate al que debe cambiar la zona Euro", aseguró en exclusiva a este periódico un alto funcionario del Departamento del Tesoro de EEUU. "Es muy importante para nosotros que Europa tome medidas decisivas para evitar el estancamiento, ya que la Eurozona supone una quinta parte de la producción mundial.
Al fin y al cabo, mientras Estados Unidos creció un 2,2% en 2012 y un 2,5% en el primer trimestre del 2013, la semana pasada conocíamos como en el último trimestre de 2012, el PIB un 0,6% para los socios de la moneda única y un 0,5% para los Veintisiete. En nuestro país, el PIB retrocedió el 0,5%, según Eurostat. "No creo que sea viable o aceptable, teniendo en cuenta estos datos y dada la deficiencia prolongada de la demanda en la zona del euro, que sus miembros puedan decir que no pueden hacer más", advierten desde el Tesoro de EEUU. "Creo que todo el mundo puede hacer más, y hay que hacerlo", dicen.
Mensaje para España
En este sentido y al hablar específicamente de España, el mensaje fue más que claro. "España necesita desatascar la creación de crédito, por lo que los debates sobre tratar de crear nuevos mecanismos para desbloquear préstamos para pequeñas y medianas empresas es muy importante". Es por ello que la administración estadounidense da la "bienvenida" a las recientes presiones por parte de Francia y de España, para retrasar su camino de consolidación fiscal. "Creemos que es apropiado con el fin de mejorar el apoyo a la demanda", reconocen "pero creemos que todavía hay más espacio para actuar al respecto".
Es de sobra conocida la tensión que la administración Obama ha mantenido con el ejecutivo de Merkel debido a sus diferencias a la hora de atajar una crisis, que en EEUU todavía pasa factura pero, ni mucho menos, al mismo nivel que ocurre en Europa. A las inversiones en infraestructuras y en medidas para fomentar el empleo habría que sumar las medidas extraordinarias activadas por la Reserva Federal, que a través de tres rondas de estímulos cuantitativos, ha engordado su balance de cuentas con más de tres billones de dólares en activos hipotecarios y bonos del Tesoro que han ayudado a facilitar el crédito. Por supuesto, su política de tipos a cero es otra parte esencial del esquema que ha alicatado la recuperación en la primera economía del mundo.
Proyección de déficit
No ha sido hasta este año, a través del conocido como abismo fiscal y el secuestro de gasto, cuando el Capitolio ha forzado el ajuste fiscal a este lado del Atlántico. Pese a que el plan no ha seguido una pauta escalonada, las últimas previsiones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) recortan en más de 200.000 millones la proyecciones de déficit para este año y en más de 600.000 millones los indicadores para el resto de la década.
Desde el Departamento del Tesoro de EEUU no dudan en poner de manifiesto que, en estos momentos, algunas de las economías con superávit de la zona del euro, sólo por el hecho de aumentar su demanda privada, podrían ayudar a facilitar el proceso de ajuste en los países deficitarios, donde la mayor parte de dicho proceso se ha llevado a cabo a través de una compresión de la demanda y las importaciones.
El alto funcionario del Tesoro dijo que para que realmente ocurra un ajuste fiscal es necesaria una mayor demanda proveniente de las economías con superávit. Al respecto, la atención debe centrarse en la demanda privada y algunas opciones a barajar por estos países, en clara referencia a Alemania, es el incremento salarial.
"El crecimiento salarial ha sido siempre menor que el crecimiento de la productividad durante muchos años, por lo que en muchos aspectos, simplemente habría que ponerse al día para acelerar el ritmo de crecimiento de los salarios privados".
Por otro lado, también observan que en los países con superávits, existe espacio para actuar sobre las tasas de propiedad de las vivienda, algo que tendría efectos beneficiosos para el sector de la construcción y aumentaría la demanda de los hogares.
Por otro lado, el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Europa es otro punto clave para poner en marcha la recuperación en el Viejo Continente. "Creemos que el debate en Europa está virando hacia una agenda para el crecimiento significativo que esté dirigida hacia la inversión, y sin duda un acuerdo comercial con Estados Unidos sería bienvenido para impulsar el crecimiento y crear puestos de trabajo", apuntan. El posible acuerdo comercial "es una cuestión que Obama realmente defiende", matizan al mismo tiempo que indican que el mandatario de EEUU "está muy comprometido con los líderes europeos para darle el impulso político que necesita".