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Los recortes llegan a las farmacias de Grecia: faltan 75 fármacos claves para la salud

  • Algunas investigaciones revelan casos de tráfico ilegal de medicamentos
Una oficina de farmacia en la capital griega, Atenas. Foto: Getty.

Son medicamentos que cubren necesidades desde lo más básico, como es una aspirina, hasta enfermedades bastante más complejas, como el cáncer o la leucemia. En total se trata de unos 75 productos médicos, y lo que tienen en común es que casi han desaparecido de los estantes de las farmacias en Grecia. Los hospitales acusan los recortes gubernamentales por la escasez de los medicamentos, las grandes empresas farmacéuticas echan la culpa a las farmacias que exportan fármacos ilegalmente al extranjero y los almacenes critican a las empresas por distribución discrecional de sus productos.

Como suele suceder en estos casos, la verdad se encuentra a medio camino; pero mientras sigue esta guerra no declarada entre estas partes en conflicto, centenares de pacientes que están en programas de quimioterapia u otros tratamientos especializados no tienen acceso a medicamentos imprescindibles.

La escasez de ciertos medicamentos en las farmacias griegas empezó a ser considerable hace unos meses, sin haber ningún tipo de aumento en el consumo. Básicamente se trata de productos aptos para enfermedades cardiovasculares, productos anti-inflamatorios, para las migrañas y otras enfermedades. El hilo del fenómeno empezó a desenrollarse tras los controles que realizó recientemente el Organismo Heleno de Medicamentos (EOF) y el Cuerpo Contra Delitos Financieros (SDOE). El resultado de la investigación fue alucinante, aunque no del todo aclarador. El mismo viceministro de Sanidad, Marios Salmás, anunció que se descubrió una banda de exportaciones ilegales de drogas que operaba tanto en Grecia como en la vecina Bulgaria, y en la cual se implican ni más ni menos de 700 farmacias por toda Grecia y 5 almacenes de productos farmacéuticos.

Los datos que ven la luz revelan que decenas de farmacias en Ática, en el Peloponeso y también en la isla de Corfu realizaban exportaciones de los productos en cuestión sin disponer de documentos legales, perjudicando así a los fondos del Estado por varios millones de euros, y produciendo escasez de medicamentos en el mercado interior.

Pero la cosa continua y se extiende más allá de la operación de una sola banda. El SDOE descubrió las huellas de una empresa búlgara, cuya filial de Atenas compraba medicamentos de 202 farmacias por todo el país y luego los exportaba sin las cintas de autenticidad a Bulgaria, Alemania e Inglaterra, facturando siempre en Bulgaria. Otro caso fue el de una farmacia en Atenas que había exportado 930 piezas de un producto farmacéutico escaso por 721.665,47 euros, pese a que sus libros de contabilidad solo registraban la compra de dos piezas.

Y el cuento continúa: en una investigación en la clínica privada de un profesor universitario de oftalmología, se descubrieron en una nevera 39 cajas de un producto actualmente en escasez que carecían de cintas de autenticidad. Además, seis cajas de las 39 llevaban el mismo número de formulación (las recetas médicas ya se habían prescrito, la Seguridad Social había asumido el coste de esos medicamentos, pero nunca llegaron a los pacientes.) Este profesor suministraba a una farmacia en Atenas los fármacos sin documentación en cajas con bolsas de hielo, y por cada entrega cobraba 350 euros. Por último, la investigación reveló el caso de una farmacia en el Peloponeso que compraba grandes cantidades de productos de otras 8 farmacias de Corfú, las vendía a almacenes en Atenas y desde ahí se exportaban a Alemania sin documento de compraventa. El valor de estas transacciones alcanza los 2 millones de euros.

Estas operaciones ilegales se realizaban con los 75 medicamentos que hoy prácticamente han desaparecido de los estantes de las farmacias. ¿Se podría hablar entonces de una escasez artificial que no tiene nada que ver con el consumo? Aunque los datos apuntan a esta dirección, la Asociación Panhelénica de Farmacéuticos en Grecia (PFS) no está de acuerdo. El PFS sostiene que la escasez de los medicamentos es culpa: de las multinacionales de productos farmacéuticos que disponen en el mercado insuficientes cantidades de sus productos y de los problemas en el mercado, como la imposición de un límite máximo en la entrega de materiales medicinales, problemas en la producción, los causados por los continuos cambios en los precios y por las exportaciones, ya que muchos medicamentos son más baratos en Grecia que en otros países de Europa. En cuanto a la participación de determinadas farmacias en ventas a almacenes con el fin de exportar los medicamentos, el PFS enfatiza que se trata de un acto castigable, pero que no contribuye al problema de la escasez (solo representa el 1% de las exportaciones).

Las multinacionales que no producen en Grecia y simplemente distribuyen medicamentos, principalmente originales, tienen allí un volumen de negocios de más de 3.500 millones y según la legislación vigente están obligadas a comercializar una cantidad de productos al 125% de la necesidad actual de prescripción.

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