¿Quién será el próximo Papa? ¿Cuándo será elegido? ¿Quiénes tienen derecho a votar? ¿Quiénes están en la lista? ¿Quién tiene más opciones? La noticia de la marcha de Benedicto XVI del Pontificado Vaticano ha convulsionado al mundo que hoy se pregunta qué pasará ahora en la Iglesia Católica. Las quinielas hablan en italiano y en inglés.| Así están siendo las reacciones a la marcha de Benedicto XVI.
Dice un viejo precepto del púrpura cardenalicio, que el que entra papable en un conclave, acaba perdiendo todas sus opciones. El anuncio de Benedicto XVI, de quien el propio Federico Lombardi reconoce, ha cogido a los habitantes de la Casa de Pedro "por sorpresa", plantea numerosas dudas que empezarán a despejarse a partir del día 28 de febrero cuando Benedicto XVI pase a llamarse, a partir de las ocho de la tarde, Joseph Ratzinger.
Esa fecha marcará una hoja de ruta milimetrada hasta el último segundo, momento el que el humo blanco del Vaticano lance por sus chimeneas el esperado mensaje: Habemus Papa.
Proceso de elección
Tras la marcha de Benedicto XVI -en marzo de 2012 tomó su decisión-, los medios en general hablan hoy de la oportunidad de un relevo generacional. El próximo Papa será joven y conformará una mezcla de juventud y experiencia. Habrá de ser elegido por cardenales menores de ochenta años. Ciento veinte en concreto, con una mayoría de dos tercios para prosperar la elección.
Según lo establecido por la ley electoral canónica, la votación tendrá lugar 15 y 20 días después del comienzo de la sede vacante. Así pues, entre el 15 y el 20 de marzo comenzará el conclave electoral. El elegido, que no tiene porque ser un cardenal, deberá aceptar el cargo libremente, una situación que apenas tiene precedentes en la historia de la Iglesia. El caso más célebre es el de Celestino V, quien renunció a la sede romana en 1294.
Quinielas
El número de cardenales que componen las delegaciones de un país o de otro, de un continente o de otro, marcará las opciones de la elección, una votación que suena con nombre italiano -monseñor Scola, Dionigi Tettamanzi (uno de los superfavoritos hace siete años)-, y en el que se cuelan norteamericanos como el canadiense Marc Ouellet, de 68 años de edad, transversal, cosmopolita, y el arzobispo Thimothy Dolan. No en vano, la iglesia católica norteamericana es la que más fondos económicos aporta al Vaticano.
En las quinielas aparecen hoy un papable norteamericano como Claudio Humes (Brasil), y otro Óscar Andrés Rodríguez Madariaga (Honduras).
Las opciones de los europeos, al margen de los italianos, no son nada desde desdeñables por su mayoría en el conclave cardenalicio que es el lugar del que sale elegido el Papa. En este grupo se encuentran Philipe Barbarin, arzobispo de Lyon, y el austriacio monseñor Schönborn.
Desde lugares exóticos resuena el eco del guineano Robert Sarah y el arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle.
Las opciones de los españoles son escasas. En la parrilla se encuentran cinco nombres. Antonio Cañizares es el mejor colocado.
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¿Será Benedicto XVI el último Papa?