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La cifra de muertos en la crisis de rehenes en Argelia crecerá

ARGEL/AMENAS, Argelia (Reuters) - Argelia advirtió el domingo de que la cifra de muertos por el asedio a una planta de gas en el desierto aumentaría, después de que el asalto final a las instalaciones acabara con la vida de todos los islamistas que quedaban.

Reino Unido indicó que al menos tres de sus ciudadanos habían muerto en la crisis, que terminó cuando las fuerzas especiales argelinas irrumpieron en la planta de Amenas el sábado. Francia admitió que la cifra de muertos sería elevada, pero advirtió contra las críticas a la respuesta militar argelina, afirmando que se había enfrentado con una situación intolerable.

El Ministerio del Interior había informado el sábado de que 23 rehenes y 32 integristas murieron en los asaltos llevados a cabo por las fuerzas especiales argelinas para poner fin a la crisis, y que 107 rehenes extranjeros y 685 argelinos habían sido liberados.

Sin embargo, el ministro de Comunicación, Mohamed Said, dijo que ese número aumentaría cuando se conozcan más datos en las próximas horas. "Desgraciadamente, me temo que la cifra de muertos irá en aumento", dijo Said, citado por la agencia oficial de noticias APS.

Los detalles sobre lo que ocurrió están aflorando lentamente, en un momento en el que preocupa la escalada de violencia en el noroeste de África, donde las fuerzas francesas están luchando contra los islamistas en Mali.

En Londres, el primer ministro, David Cameron, dijo que había ciudadanos británicos entre los muertos.

"Trágicamente, sabemos que tres ciudadanos británicos han fallecido y tres más se cree que están muertos y también otro ciudadano se da por muerto", dijo Cameron en un comunicado televisado.

Ya se había confirmado que un británico había muerto cuando los hombres armados tomaron rehenes el miércoles en la planta, gestionada por la noruega Statoil junto con la británica BP y la compañía estatal de petróleo de Argelia.

El ataque de los islamistas ha puesto a prueba las relaciones de Argelia con el resto del mundo, expuesto la vulnerabilidad de las operaciones petroleras multinacionales en el Sáhara y llevado al radicalismo islamista en el norte de África al primer plano.

El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, defendió el manejo que Argelia ha hecho de la crisis, después de que algunos gobiernos expresaran su frustración por haber sido mantenidos al margen de la información.

"Lo que todo el mundo necesita saber es que estos terroristas que atacaron esta planta de gas son asesinos que saquean, desvalijan y matan. La situación era inaguantable", dijo Fabius.

"Es fácil decir que se debería haber hecho esto o aquello. Las autoridades argelinas tomaron una decisión y la cifra es muy alta y estoy un poco molesto (...) cuando se da la impresión de que se cuestiona a los argelinos. Ellos tenían que lidiar con los terroristas", dijo a la emisora de radio Europe 1 en una entrevista.

CAPTORES DE VARIAS NACIONALIDADES

Los activistas islámicos tomaron el remoto complejo cerca de la frontera libia, capturando un gran número de rehenes. Said informó de que los extremistas eran de seis nacionalidades diferentes y que la operación para despejar la planta aún estaba en marcha.

Entre los 32 islamistas muertos estaba su líder, Abdul Rahman al-Nigeri, un nigeriano próximo al comandante vinculado con Al Qaeda Mojtar Belmojtar, presunto cerebro del asedio.

También se ha confirmado que hay un estadounidense entre los muertos. Statoil dijo que cinco de sus trabajadores, todos ellos noruegos, estaban desaparecidos, al igual que otros trabajadores japoneses y estadounidenses.

Algunos gobiernos occidentales expresaron su frustración por no haber sido informados de los planes de las autoridades argelinas para entrar en el complejo. Argelia, que aún está cicatrizando las heridas de una guerra civil con insurgentes islamistas en los años 90 que se cobró 200.000 vidas, había insistido en que no habría negociación con terroristas.

El presidente Barack Obama dijo el sábado que Estados Unidos esperaba una explicación completa de lo que sucedió, pero dijo que "la culpa de esta tragedia es de los terroristas que la llevaron a cabo".

El ataque islamista fue uno de los más osados de los últimos años y casi con certeza se planificó antes de que las tropas francesas lanzaran este mes la operación en Mali para frenar el avance de combatientes islamistas.

Cientos de rehenes huyeron el jueves cuando el Ejército lanzó una operación de rescate, y muchos de ellos murieron también.

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