El Primer Ministro francés, Dominique de Villepin ha declarado que "luchará hasta el fin" en la batalla por la aprobación del polémico contrato del primer empleo. Acalla así los rumores acerca de su posible dimisión.
"El Presidente me ha confiado una misión -liderar la batalla por el empleo en respuesta a las preocupaciones de nuestros compatriotas... Esta batalla la llevaré hasta el final", ha dicho Villepin en rueda prensa, recogidas por la agencia Reuters.
De esta manera, ha contestado a los rumores acerca de su posible dimisión, desatados ayer, pero sobre todo ha sido un claro mensaje a su rival en la carrera hacia el Elíseo, Nicolás Sarkozy, Ministro de Interior, que en los últimos días se ha erigido como intermediario del Gobierno de Chirac con los estudiantes y organizaciones sindicales.
El CPE, 'descafeinado'
Villepin ha afirmado encontrarse preparado para escuchar todas las propuestas en las discusiones abiertas entre los sindicatos y el gobierno conservador.
Tras dos meses de crisis, todo apunta a que el polémico Contrato de Primer Empleo quedará 'descafeinado' después de que Chirac anunciara que revisará los puntos más polémicos: reducir de dos a un año el periodo de despido libre y la necesidad de que se explique al trabajador las razones de su despido.
Sarkozy gana enteros
Una de las pocas cosas claras, a día de hoy, acerca de esta crisis en Francia es el claro protagonismo y carisma del Ministro de Interior, Sarkozy.
Según varias opiniones, si sabe hacerse con la situación, podría salir reforzado en su lucha frente a Villepin y acallar a todos aquellos que ya le daban por finiquitado en la luchar por el poder tras las revueltas callejeras protagonizadas por inmigrantes este invierno.
