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El plan de ajustes impuesto a Grecia pone a prueba al frágil Gobierno de unidad

  • BCE, UE, FMI y el Ejecutivo de Samarás firmarán hoy el nuevo memorándum

El nuevo memorándum ya está en Atenas. El acuerdo final entre la troika y las autoridades griegas ya es una realidad y el famoso paquete de los 13.500 millones de euros ha quedado cerrado. Lo que se abre ahora para Grecia es otro camino largo de recortes en salarios y pensiones, reformas estructurales que llevan la abolición de derechos laborales y despidos de funcionarios. Este es el precio de la continuidad de la financiación por parte de los acreedores internacionales. En un momento en que el país heleno busca urgentemente el desembolso del tramo de ayuda de los 31.500 millones para cubrir necesidades básicas, la estabilidad de la cooperación gubernamental se pone a prueba, al mismo tiempo que la calle observe entumecida lo sucedido.

El acuerdo final se presentará de forma oficial probablemente hoy, 29 de octubre. No obstante, los puntos críticos del nuevo memorándum ya se han dado a conocer, aunque todavía falta la confirmación oficial por las dos partes implicadas, la troika y el Gobierno heleno.

La troika siempre ponía en primera línea de sus peticiones dos campos: recortes salariales y despidos de funcionarios. En cuanto a lo primero, el nuevo memorándum introduce reducciones desde 2% para salarios hasta 1.000 euros mensuales y hasta el 35% para salarios de 4.000 mensuales. Se eliminan también las bonificaciones mientras que el tiempo de preaviso en caso de despido se eleva de 3 meses (que era la petición de la troika) a los 4 meses. En dicho caso, la indemnización será de 12 mensualidades para los trabajadores que lleven más de 16 años con el mismo empleador y un mes más por cada año adicional.

En el campo de las pensiones, el memorándum aplica un nuevo impuesto que va del 3 al 12%, para las pensiones que superen los 1.000 euros al mes. Al mismo tiempo se eliminan las dos pagas extra (en Navidad y Pascua) y se recortan 30 euros en las pensiones de los agricultores.

El aumento de la edad de jubilación es otra imposición del acuerdo entre la troika y el Gobierno griego. Los trabajadores tanto en el sector público como en el sector privado tendrán que mantenerse en el empleo hasta los 67 años, en vez de los 65, que era la edad límite hasta ahora. Los grandes perdedores de esta medida son aquellos que aún no han adquirido el derecho a la jubilación, ya que el aumento de la edad límite se impondrá a partir del 1 de enero de 2013.

A lo largo de toda la negociación, los representantes de la troika insistieron en los despidos de funcionarios, como una medida "segura" para reducir los gastos estatales. Como resultado de esta petición, el nuevo memorándum prevé que 27.000 empleados públicos serán despedidos, unos 2.000 hasta finales de este año y otros 25.000 en 2013. Para cumplir con esta obligación, las autoridades griegas se dirigirán a los funcionarios de los organismos y las entidades estatales que se eliminen y al exceso de empleados que se producirá tras la fusión de otros organismos. Lo fundamental, según el Gobierno y la troika, es mantenerse fiel a la regla "un nuevo empleado para cada cinco despedidos".

Impuestos y exenciones

Hasta este momento no se han dado a conocer detalles en cuanto a las medidas relativas a cambios de impuestos, la eliminación de la exención mínima para los autónomos o la aplicación de un nuevo impuesto sobre la propiedad. No obstante, es más que seguro que entre los párrafos del acuerdo entre Grecia y la troika haya medidas que prevén la derogación de forma retroactiva de exención de impuestos para el 2012, un aumento entre el 10 y el 15% del impuesto sobre los intereses de los depósitos, otro aumento del impuesto del tabaco, así como la ecuación del valor objetivo y de mercado de la propiedad.

El valor total de las medidas arriba indicadas y otras que se detallarán probablemente hoy mismo, se eleva a unos 13.500 millones de euros. A este precio se estima la continuación de la financiación internacional hacia Grecia. Por otro lado, el Gobierno griego espera que con este paquete se producirá un superávit presupuestario primario (excluidos los intereses de la deuda) de un 4,5% del PIB. Es un requisito previo para que la deuda griega siga siendo considerada como sostenible, un punto que durante los últimos meses se repite constantemente en la retórica de los acreedores, y más en especial del FMI. Por último, el memorándum promueve un nuevo programa de privatizaciones, aunque el objetivo inicial (de unos 50.000 millones hasta el 2015) sigue vigente.

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