
Las autoridades libias decidieron la disolución de todas las milicias y grupos armados ajenos a la autoridad del Estado, al día siguiente de la rebelión de los habitantes de la ciudad de Bengasi (este) contra las milicias.
Las autoridades retomaron este sábado el control de un cuartel general y de bases de las milicias armadas en Bengasi que habían sido atacadas por los habitantes, en un estallido de violencia que dejó por lo menos 11 muertos y más de 70 heridos.
Centro de operaciones en Bengasi
Las autoridades decidieron asimismo la creación de un "centro operacional" en Bengasi, que reunirá al Ejército, fuerzas del Ministerio de Interior y brigadas de exrebeldes dependientes del Ministerio de Defensa.
También encargaron al jefe del Estado Mayor que imponga su autoridad a las brigadas que forman parte del Ejército poniendo a oficiales del ejército regular al mando de esas formaciones de exrebeldes que combatieron contra el régimen de Muamar Gadafi.
El nuevo poder fracasó en desarmar y disolver a los grupos de rebeldes que combatieron el régimen de Gadafi en 2011, pese a que varios de ellos integraron los ministerios de Defensa y del Interior.
En los últimos meses, Bengasi, cuna de la revuelta contra el régimen de Gadafi en 2011, ha sido escenario de varios ataques contra los intereses occidentales y de asesinatos de responsables de la seguridad.
El Ejército dio un ultimátum a las milicias y grupos armados para evacuar en 48 horas los edificios y propiedades del régimen anterior en Trípoli e inmediaciones, según un comunicado publicado por la agencia libia Jana.