Los koalas no son muy amigos del agua ni, aunque su imagen sea la de un peluche, son muy amables. Pero este koala tenía su objetivo: dar un paseo en piragua. Y lo consigue.
Se moja las patitas con cuidado y se lo piensa dos veces antes de tirarse al agua. Pero, tras varios intentos el koala se lanza al agua, no se sabe si para hacer unos largos o darse un chapuzón.
Unos piraguistas que estaban dando un paseo por la Costa Dorada de Australia le ayudan a subir. Como uno más, el pequeño animal toma asiento y pensativo mira el agua mientras se seca del baño.