
La Junta Directiva del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), que se reunió hoy en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, sugerirá a la Asamblea del organismo la suspensión de Paraguay hasta que en ese país suramericano se restablezca el orden democrático.
Asimismo, tras una maratoniana sesión de cinco horas, la Junta sugirió el envió de una misión de observación del organismo a Paraguay, para que constate "in situ" la situación en ese país y dialogue con diversos sectores de la sociedad, incluido el expresidente Fernando Lugo.
La amplia mayoría de la Junta condenó la destitución de Lugo y sugirió la separación de ese país, que deberá resolver la Asamblea del Parlatino en su próxima reunión de diciembre en Panamá.
El capítulo paraguayo fue el más intenso de la discusión que mantuvo la Junta del Parlatino en Cuenca, en el sur andino de Ecuador, a la que también acudieron representantes del Parlamento de Paraguay.
El expresidente Fernando Lugo fue destituido el pasado 22 de junio mediante un juicio político parlamentario, criticado por varios países y organismos internacionales, y fue sustituido en el cargo por el que era su vicepresidente, Federico Franco.
El legislador ecuatoriano, Virgilio Hernández, que participó en la cita de Cuenca, señaló a Efe que la resolución de la Junta se tomó tras intensos análisis y escuchar los argumentos del legislador paraguayo Justo Cárdenas, de la Asociación Nacional Republicana (colorado).
Hernández indicó que la defensa que hizo Cárdenas de la situación en su país también contribuyó a que la Junta Directiva del Parlatino adopte sus decisión, pues aseguró que los argumentos presentados por su colega paraguayo fueron rebatidos desde el ámbito legal.
Consideraciones morales e incluso la posibilidad de que "poderes fácticos" hayan incidido en la destitución de Lugo se desprendieron de los argumentos que presentó Cárdenas, señaló Hernández, que calificó a ese episodio como "un golpe de Estado".