El presidente estadounidense, Barack Obama, y su par ruso, Vladimir Putin, abordarán sus diferencias sobre el conflicto en Siria al margen de la cumbre del Grupo de los 20 (G20) la semana que viene en México.
"Obviamente los desacuerdos persisten con respecto a Siria, pero será una buena oportunidad para que los presidentes se reúnan y trabajen en ello", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, previo a las negociaciones entre Obama y Putin en México el lunes.
"Dejamos claro que nuestro interés con Siria no es que deje de haber alguna influencia rusa (...) sino un cese de la violencia que se comete contra el pueblo sirio y que haya un gobierno que refleje la voluntad del pueblo sirio", dijo por su parte a la prensa el consejero adjunto sobre seguridad nacional, Ben Rhodes.
El funcionario aclaró que para ello el presidente del régimen sirio Bashar al Asad debería dejar el poder.
Rhodes señaló que Washington seguía intentando confirmar informaciones de la cadena NBC News según las cuales Moscú envió soldados armados a Siria para proteger su puerto en aguas profundas y base militar en la ciudad siria de Tartus.
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