
El grupo de "Amigos de Siria" celebró hoy una segunda reunión en Washington en la que se analizó la "efectividad" de más sanciones contra el régimen de Bachar al Asad, y se abrió la puerta al uso de la fuerza bajo la ONU.
El secretario del Tesoro de EEUU, Timothy Geithner, afirmó durante la apertura del encuentro que "esperamos que todos los países responsables se unirán pronto para tomar las acciones apropiadas contra el régimen sirio, incluido si fuera necesario, el capítulo 7 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas".
Esta posibilidad fue presentada por la Liga Árabe el pasado fin de semana.
El capítulo 7 de la Carta de la ONU contempla la imposición de sanciones y la puesta en marcha de operaciones militares para tratar de frenar la violencia en caso de amenazas a la paz o actos de agresión.
Por su parte, el comunicado final de la reunión "exige el fin inmediato de la violencia contra el pueblo sirio e insta a todos los miembros de la comunidad internacional a demostrar su solidaridad reforzando las medidas para incrementar la presión" contra Damasco.
El grupo de los "Amigos de Siria" está formado por 55 países, entre ellos EEUU, los miembros de la Unión Europea y numerosos países árabes, y cuenta con las notables ausencias de China y Rusia, que se oponen a las sanciones a Damasco.
Tanto China como Rusia, principal aliado de Damasco, se han negado hasta el momento a apoyar sanciones internacionales contra el régimen de Al Asad.
En esta ocasión el encuentro estuvo co-presidido por Turquía y Catar, país que acogerá el próximo 12 de julio la siguiente conferencia de los "Amigos de Siria".
Asimismo, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, que se encuentra actualmente de viaje por Europa, hizo un llamado para que la comunidad internacional "no permanezca sentada ociosamente".
"La sanciones están teniendo un impacto (...) estamos alterando la capacidad del régimen para conseguir armas y otros suministros", explicó en una nota enviada al foro.
Recientemente, EEUU anunció, junto con Catar, nuevas sanciones económicas contra el Banco Internacional Islámico de Siria (SIIB, por su sigla en inglés) por ayudar a esquivar medidas previas adoptadas contra la principal entidad financiera siria, el Banco Comercial.
Durante el encuentro, las 55 delegaciones participantes estudiaron la manera de aumentar la "efectividad y armonizar" las sanciones internacionales a Damasco.
"El régimen de Al Asad claramente está bajo presión financiera como resultado de estas medidas tomadas por la comunidad internacional", aseguró un alto funcionario del Tesoro al término de la reunión al subrayar la progresiva pérdida de valor de la libra siria en los últimos meses.