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El escepticismo, principal rival de las elecciones en Argelia

ARGEL (Reuters) - Los argelinos votaban el jueves para elegir un nuevo parlamento, que las autoridades esperan que refuercen la democracia en un país que se ha quedado atrás de las revueltas de la Primavera Árabe, pero muchas personas iban a mostrar su escepticismo absteniéndose.

Los levantamientos del año pasado en el Magreb dejaron a Argelia bajo presión para emprender reformas y renovar a la élite envejecida, que ha gobernado sin interrupción desde la independencia de Francia hace medio siglo.

Las autoridades de este país que suministra alrededor de un 20 por ciento del gas natural que importa Europa, han respondido prometiendo una transición sostenida hacia una mayor democracia a partir de los comicios del jueves.

Es probable que sean los más justos y transparentes en 20 años, aunque varios diplomáticos han dicho que podrían tener errores. Se espera que los ganadores sean partidos islámicos moderados, reflejando la tendencia en países como Egipto y Túnez.

Sin embargo, muchos argelinos se muestran desconfiados ante las promesas de reformas. La votación parece haberse vuelto más un tira y afloja entre las autoridades y los ciudadanos, que creen que acudir a las urnas no tiene sentido, que una contienda entre partidos políticos.

En un café en una acera en el pueblo de Zeralda, al oeste de la capital, un hombre que bebe café de un vaso de plástico asegura que no tiene pensado ir a votar.

"¿Para qué? El parlamento no tiene poder, y los diputados no son lo suficientemente competentes como para cambiar el papel de su institución", manifestó Karim Chiba.

Otros creen que las elecciones son una ocasión para las reformas que no debería desaprovecharse. La estudiante universitaria Hakima Bahi era una de las pocas personas en un colegio electoral en Bou Ismail, un pueblo pesquero en el mediterráneo.

"He votado porque nuestro país necesita un cambio, y deberíamos dar una oportunidad a los partidos políticos para que mejoren las cosas", explicó.

La participación podría quedarse en un magro 35 por ciento, lo que sería un motivo de sonrojo para las autoridades, que esperaban que una elevada cifra les diera más legitimidad en un año en el que han previsto generosas celebraciones del 50 aniversario de la independencia.

No va a haber sondeos a pie de urna, y los primeros resultados no se esperan hasta que los anuncie el viernes el Ministerio del Interior.

LIDERAZGO ISLÁMICO MODERADO

Pocos argelinos desean en realidad un cambio drástico en un país aún perseguido por los fantasmas de la guerra civil de los años 90, en la que murieron unas 200.000 personas y que comenzó después de que un gobierno con apoyo militar anulara unas elecciones en las que se esperaba la victoria de un partido islamista.

Se espera que la Alianza Verde, una agrupación islámica moderada con vínculos con el poder, obtenga la mayoría en el Parlamento de 462 escaños, desplazando a dos partidos laicos. Varios de sus dirigentes son ministros en el Gobierno, y el presidente Abdelaziz Buteflika podría designar a alguno de ellos próximo primer ministro.

"Es probable que el liderazgo islamista en el Parlamento evite las cuestiones más difíciles de la reforma política, la política exterior y la política económica en general", dijo Geoff Porter, de North Africa Risk Consulting.

/Por Christian Lowe y Hamid Ould Ahmed/

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