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Los rebeldes de Mali dicen rodear Tombuctú; el Ejército huye

BAMAKO (Reuters) - Los rebeldes de Mali se preparaban el domingo para avanzar en el histórico enclave comercial de Tombuctú, último objetivo en su búsqueda de un territorio propio en el norte del país, lo que ha colocado a los líderes del golpe militar de la semana pasada en un segundo plano.

El principal objetivo del golpe del 22 de marzo, llevado a cabo por soldados descontentos, era reforzar la ofensiva contra los rebeldes del norte. Pero el golpe de estado ha traído unas consecuencias espectacularmente diferentes, reforzando la alianza de los nómadas tuareg y los islamistas para ganar terreno.

El centro administrativo del norte, Kidal, cayó el viernes, y el sábado le siguió la localidad cuartelaria de Gao. La toma de Tombuctú completaría en gran parte el plan rebelde de hacerse con el norte de Mali, un territorio desértico mayor que Francia.

"El Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) anuncia que su ejército está rodeando la localidad de Tombuctú, para desalojar lo que queda de la administración política y militar de Mali", dijo el principal grupo rebelde en su web, en referencia a la región de Azawad que quieren tomar como su territorio.

Anteriormente, los residentes informaron de que unidades del Ejército habían abandonado ya sus bases, dejando la defensa de la ciudad a milicias locales que tomaron las calles y dispararon al aire.

"(El campamento militar) está vacío. La mayoría de los soldados del sur han huido. Sólo los árabes defienden la ciudad", dijo una fuente de Mali en contacto con residentes locales y el Ejército sobre malienses de origen árabe que están en el Ejército regular y que han formado una milicia local.

Otra residente que no quiso dar su nombre dijo que había visto a los soldados quitándose el uniforme y vistiéndose de civiles.

Tombuctú, que durante siglos fue un lugar importante para el comercio en el Sáhara, fue legendaria por su oro, esclavos y oros productos, pero cayó en declive antes incluso de la ocupación francesa en el siglo XIX. Los intentos de desarrollar el turismo se han visto afectados por la creciente inseguridad, incluido el secuestro de occidentales a manos de miembros locales de Al Qaeda.

El MNLA se atribuyó el control de Gao después de que el líder de la junta, el capitán Amadou Sanogo, emitiera un comunicado el sábado en el que decía que sus soldados habían optado por no luchar para evitar batallas cerca de zonas residenciales.

Militares de medio rango derrocaron al presidente Amadou Toumani Touré, alegando que estaban hartos de no tener armamento adecuado para luchar contra los rebeldes, que se han visto reforzados por la llegada de armas pesadas desde Libia a raíz del conflicto del año pasado.

Pero el golpe ha conllevado que los rebeldes refuercen su campaña, y su rápido avance pone aún más presión en los líderes golpistas, que ya han sido internacionalmente condenados.

La junta tiene hasta la medianoche para empezar a devolver el poder a los civiles o se arriesga con que la economía de un país sin salida al mar se vea asfixiada por los vecinos que han amenazado con sellas sus fronteras.

Mientras los líderes golpistas consiguieron apoyo temprano de muchos malienses cansados del poder de Touré, las recientes derrotas y la escalada de la desaprobación internacional han debilitado su posición.

"Está todo en llamas. Mali no puede combatir en todos los frentes al mismo tiempo. Dejemos a un lado los enfrentamientos personales", dijo Siaka Diakite, secretario general del sindicato UNTM, en un comunicado respaldado por los partidos políticos contrarios al golpe.

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