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HRW denuncia el encarcelamiento de afganas violadas o agredidas

KABUL (Reuters) - Para las mujeres afganas, huir de violencia doméstica, de la prostitución forzada o incluso de haber sido apuñaladas con un destornillador en varias ocasiones por un marido maltratador puede costarles la cárcel, mientras sus agresores campan a sus anchas, dijo Human Rights Watch.

Huir es considerado un "crimen contra la moral" para las mujeres en Afganistán, mientras que algunas víctimas de violación también son encarceladas porque el sexo fuera del matrimonio - incluso cuando la mujer es forzada - es considerado adulterio, otro "crimen contra la moral".

"Desde el primer momento que vine a este mundo mi destino estaba destrozado", dijo Amina, de 17 años, que ha pasado meses en la cárcel tras haber sido forzada a la prostitución, a los investigadores de Human Rights Watch en un informe hecho público el miércoles.

A pesar de los avances en derechos y libertades de la mujer desde la caída de los talibanes hace una década, mujeres de todo el país están en riesgo de secuestro, violación, matrimonios forzados y de ser intercambiadas como mercancía.

Las mujeres puede tener difícil escapar de la violencia doméstica por una enorme presión social y riesgos legales para permanecer en el matrimonio.

"El trato dado a mujeres y niñas acusadas de 'crímenes contra la moral' es un punto negro en el Gobierno de Afganistán post-talibán y sus aliados internacionales, todos los cuales prometieron que el respeto a los derechos de las mujeres distinguiría al nuevo Gobierno de los talibanes", dijo el grupo con sede en Nueva York.

"Esta situación se ha visto empeorada por la frecuentemente cambiante posición del presidente (Hamid) Karzai sobre los derechos de las mujeres. Sin querer o siendo incapaz de adoptar una línea coherente contra las fuerzas conservadoras en el país, a menudo ha hecho compromisos que han afectado negativamente los derechos de las mujeres".

La influyente organización de derechos humanos dijo que había alrededor de 400 mujeres y niñas detenidas en Afganistán por "crímenes contra la moral", y rara vez encontraban apoyo de las autoridades en un "sistema judicial penal disfuncional".

La penosa situación de una mujer llamada Nilofar ilustra el problema. Fue apuñalada repetidamente con un destornillador en cabeza, pecho y brazos por su marido que la acusó de adulterio por invitar a un hombre a casa, dijo el grupo de derechos humanos.

Pero después, ella fue arrestada y él no.

"La forma en que le pegaba no era lo suficientemente fuerte para mantenerle en la cárcel. Ella no estuvo cerca de la muerte, así que no él tenía que estar en la cárcel", dijo el fiscal del caso a Human Rights Watch.

Una ley aprobada en agosto de 2009 apoya la igualdad de las mujeres, y penaliza el matrimonio forzado y el de niñas, comprar y vender mujeres para casarlas o para solucionar disputas, así como la autoinmolación forzada, entre otros actos.

Sin embargo, las mujeres, especialmente en las zonas rurales, carecen de refugios a los que huir de la violencia, y sólo el 1 por ciento de los policías son mujeres, según el informe basado en entrevistas realizadas de octubre a noviembre a 58 mujeres y niñas, así como a fiscales, jueces, responsables gubernamentales y de la sociedad civil.

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