ADÉN/SANÁ (Reuters) - Los yemeníes comenzaron a votar el martes para sustituir al presidente Ali Abdulá Saleh en unas elecciones que muchos esperan que den a Yemen una oportunidad para reconstruir el país vapuleado por un año largo de conflicto que lo ha colocado al borde de la guerra civil.
Aunque el vicepresidente Abd-Rabu Mansor Hadi destaca sin oposición como candidato de consenso, la elección se presenta como un nuevo intento de ayudar a Yemen a pasar página respecto a un presidente que gobernó el país con mano de hierro durante 33 años.
La votación convertirá a Saleh, ahora en Estados Unidos para recibir tratamiento médico por las quemaduras sufridas durante un intento de asesinato en junio, en el cuarto sátrapa árabe que deja el poder en un año tras las revueltas populares en Túnez, Egipto y Libia.
Desde primeras hora de la mañana se formaron largas colas a las puertas de los colegios electorales en la capital, Saná, en medio de fuertes medidas de seguridad, después de que una explosión destrozase un centro electoral en la ciudad portuaria de Adén la víspera.
"Estamos declarando el fin de la era de Ali Abdulá Saleh y construiremos un nuevo Yemen", dijo la premio Nobel de la Paz yemení Tawakul Karman mientras esperaba a depositar su voto a las puertas de una facultad universitaria en Saná.
Los votantes sumergían su pulgar en tinta y estampaban su huella en la papeleta con la imagen de hadi y un mapa de Yemen con los colores del arcoíris.
Una alta participación es crucial para dar a Hadi la legitimidad que necesita para introducir cambios esbozados en un acuerdo de traspaso de poderes negociado con los vecinos de Yemen en el golfo Pésico, incluyendo la redacción de una nueva constitución y la reestructuración de las Fuerzas Armadas, en las que parientes de Saleh ocupan posiciones importantes.
La votación está respaldada por Estados Unidos y la rica Arabia Saudí, que patrocinó el acuerdo de paz firmado en noviembre mediante el cual Saleh cedía el poder a Hadi.