Ministro ruso Lavrov dice que Asad conoce su responsabilidad

AMÁN (Reuters) - Las fuerzas sirias reanudaron el martes su bombardeo de la localidad de Homs - foco del levantamiento popular contra Bashar el Asad - mientras el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, se reunió con el presidente sirio en Damasco y dijo que es consciente de su responsabilidad.

Activistas dijeron que el nuevo ataque contra Homs se produjo después de que 95 personas murieran el lunes en la ciudad de un millón de habitantes, centro de las protestas y de la oposición armada contra Asad. El viernes por la noche se había informado de más de 200 muertos allí.

"El bombardeo se está concentrando nuevamente en Baba Amro (distrito de Homs). Un doctor trató de ingresar allí esta mañana pero escuché que resultó herido", dijo Mohamad al-Hassan, un activista en Homs, a Reuters a través de un teléfono satelital.

"No hay electricidad y todas las comunicaciones con el vecindario han sido cortadas", agregó.

Las autoridades dicen que están combatiendo contra "terroristas" en Homs que buscan sabotear y dividir al país. Medios estatales reportaron que "decenas" de terroristas y seis miembros de las fuerzas de seguridad murieron en los enfrentamientos del lunes.

Lavrov y el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior ruso, Mijail Fradkov, llegaron a Damasco para reunirse con Asad, dijo el Ministerio ruso de Exteriores en Moscú, tres días después de que un veto ruso-chino a una resolución de la ONU respaldada por los árabes sobre Siria provocara malestar.

"Cada líder de cada país debe ser consciente de su parte de responsabilidad. Usted es consciente de la suya", fue citado Lavrov diciéndole al presidente sirio durante el encuentro por la agencia estatal RIA.

"Es de nuestro interés que los pueblos árabes vivan en paz y acuerdo", agregó.

Estos comentarios podrían pretender que Asad adopte medidas para acabar con los 11 meses de derramamiento de sangre que la mayor parte del mundo achaca a su Gobierno. Rusia ha dicho que los opositores también tienen que asumir su responsabilidad por la violencia.

Moscú y Pekín fueron los únicos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, de 15 integrantes, que votaron en contra de la resolución que respaldaba una petición de la Liga Árabe para que Asad deje el poder y comience una transición política.

El Ministerio ruso de Exteriores dijo que Lavrov y Fradkov viajaron a Damasco porque Moscú "pretende la estabilización más rápida posible de la situación en Siria sobre la base de la rápida aplicación de reformas democráticas".

El canal de televisión estatal sirio mostró a cientos de personas reunidas en una importante autopista de Damasco para saludar a Lavrov. Agitaban banderas sirias, rusas y de Hezbolá y sostenían dos banderas rusas hechas con cientos de globos rojos, blancos y azules.

El secretario general de la Liga Arabe, Nabil Elaraby, dijo a Reuters que el lunes habló con Lavrov y que el canciller presentará una iniciativa a Damasco. Consultado sobre si creía que podía terminar la crisis, respondió: "Así lo creen".

Rusia, que busca retener su posición en Oriente Próximo apoyándose en sus vínculos estratégicos con Damasco, podría verse dividida entre apoyar a Assad e intentar que deje el poder. También podría buscar un camino intermedio, tratando de ganar tiempo aconsejando al Gobierno que haga algunas concesiones y reduzca el baño de sangre.

EEUU CIERRA EMBAJADA

Asad ha prometido reformas políticas, incluyendo una nueva Constitución seguida de elecciones parlamentarias, pero también prometió combatir a los "terroristas" a quienes culpa de la violencia.

Estados Unidos cerró su embajada y dijo que todo su personal ha dejado Siria debido al empeoramiento de la seguridad en el país, que también ha sufrido ataques suicidas en Damasco.

Bélgica, Francia y Reino Unido llamaron a consultas a sus embajadores de Siria. Japón dijo que estaba considerando reducir el número de personal diplomático en Damasco.

Diplomáticos de la Unión Europea dijeron el martes que sus estados miembros están trabajando en una nueva ronda de sanciones contra Siria, que esperan concluir el 27 de febrero.

Las sanciones incluirían el congelamiento de los activos del banco central sirio, así como la mayoría de las transacciones con el mismo. También prohibirían las importaciones y exportaciones de fosfatos, diamantes, oro y otros metales preciosos.

"Una nueva ronda de sanciones financieras está sobre la mesa", dijo un diplomático, agregando que tenían el respaldo pleno de Francia y Alemania.

Un coro de responsables europeos condenó a Rusia y China por su doble veto en términos inusualmente duros bajo las normas diplomáticas y dijeron que cargarán con la responsabilidad de un futuro baño de sangre. Rusia argumentó que era un texto parcial y que habría supuesto asumir el bando de los opositores en una guerra civil.

Catherine al Talli, una importante dirigente del opositor Consejo Nacional Sirio, dijo que el ataque contra Homs pretende mostrar a Moscú que Asad está al mando y que se mantendrá en el poder hasta que expire su mandato en 2014.

"Asad necesita parecer fuerte ante los rusos. No ha conseguido controlar Homs desde que estalló el levantamiento y ahora que ha visto que no afronta una amenaza real de la comunidad internacional parece que quiere rematar la ciudad", afirmó.

"Hay retransmisiones de televisión en directo desde Bab Amro y todo el mundo puede ver el bombardeo indiscriminado de civiles. Esto no le ha frenado".

/Por Khaled Yacoub Oweis/